Redacción.- Es posible que las restricciones a la actividad social y económica tengan que permanecer vigentes “a largo plazo” admite el gobierno británico, ya que un tratamiento o vacuna contra el coronavirus podría estar a más de un año de distancia y tal vez nunca llegue, advirtió el primer ministro, Boris Johnson, en un documento que establece una relajación limitada de las medidas de confinamiento establecidas hace dos meses por la emergencia de COVID-19 y la creación del Sistema de Alerta del coronavirus.
El documento de la estrategia de recuperación COVID-19 de 60 páginas del gobierno británico y revelado por el diario The Independent establece pautas detalladas para los cambios a las reglas de bloqueo que se aplicarán en Inglaterra a partir del miércoles de la presente semana, incluido un regreso al trabajo para que sea seguro para aquellos que no pueden realizar su trabajo en casa, así como nuevas libertades para hacer ejercicio al aire libre y pasar el tiempo tomando el sol o realizando un picnic en los parques.
Asimismo, Boris Johnson confirmó por primera vez que el gobierno está recomendando el uso de cubre bocas faciales, pero no máscaras médicas, en entornos como el transporte público y algunas tiendas.
Y establece planes a largo plazo para que las escuelas y las tiendas no esenciales comiencen a reabrir a partir del 1 de junio.
Reveló que el gobierno está considerando permitir las llamadas “burbujas sociales” formadas por dos hogares que pueden mezclarse entre sí.
Pero dejó en claro que cualquier flexibilización de las restricciones está condicionada a que no haya un resurgimiento del virus, y el gobierno se reserva la opción de volver a imponer un cierre estricto a nivel nacional o local si hay signos de que el brote se está agravando nuevamente.