Redacción / Didier Madera.- En Yucatán es urgente establecer nuevas medidas de protección a la biodiversidad para evitar más ataques a la fauna silvestre, como ocurrió recientemente con un tucán pico de canoa y a una lechuza de campanario, afirmó la presidenta de la Asociación por los Derechos de los Animales de Yucatán (Aday), Rosario Sosa Parra.
Expresó que con los ataques cometidos a esas aves, el común denominador del maltrato animal son la violencia, las tradiciones y la falta de respeto a la vida silvestre.
“Ambos casos cometidos en el Estado son similares, porque hay un maltrato animal, específicamente en animales silvestres, pero con diferente perspectiva”, acotó.
Al mismo tiempo, “son la punta del iceberg, pues en Yucatán la problemática es enorme, pues son muchos los animales que son maltratados o se les mata por mera diversión, porque es la costumbra de la región, y ahora, para evitar la mala suerte”.
Refutó la creencia de que los búhos y lechuzas anuncien la muerte de las personas, cuando en realidad son numerosos los beneficios que dan hacia el ecosistema y para las propias comunidades.
Lamentó la actitud de los pobladores de la hacienda de Subincancab, comisaría de Timucuy, quienes ante el temor de infectarse de coronavirus Covid-19, en la noche del pasado lunes 11 lapidaron a una lechuza de campanario (Tyto alba), e incluso le arrojaron agua bendita para “proteger” a la comunidad.
“El ancestral mito de que cuando la lechuza canta el indio muere es falso, es necesario platicar con las personas de todos los poblados de Yucatán para demostrar la importancia de cuidar y proteger a los búhos y lechuzas, los cuales no son aves de mal agüero”, subrayó.
La entrevistada comentó que ambas especies controlan las plagas y son diversos los beneficios que dan al ecosistema, y lo mismo sucede son diversas especies de animales que son maltratadas.
El día de los hechos, los pobladores de la hacienda observaron a la lechuza, Xoo’ch, en lengua maya, y la agredieron con piedras hasta hacerla caer, al día siguiente, le arrojaron “agua bendita” para “protegerse” y “proteger a su municipio”.
Unos jóvenes de la población rescataron al ave y solicitaron la intervención de la organización Proyecto Santa María, quienes se encargaron de pedir la intervención de autoridades ambientales por tratarse de un ejemplar de vida silvestre.
La lechuza presentó fracturas en el pico y el ala, por lo que sus probabilidades de sobrevivir son inciertas
El tucán
Sosa Parra reprobó la muerte de un tucán pico de canoa (Rhamphastos sulfuratus), por lo que exigió “aplicar todo el peso de la ley a la persona responsable, el cual es un delincuente”.
Aseveró que todo parece indicar que se trata de una persona acostumbrada a maltratar animales, por lo que además de una sanción económica, debe de ser trasladado a la cárcel.
Enunció que el tucán pico de canoa se encuentra listada en la categoría de Amenazada (A), en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Recordó que el lamentable hecho ocurrió el pasado domingo 3, cuando el ave fue hallada en el monte de Dzitva, comisaría de Mérida, y en estado crítico fue trasladado a una clínica veterinaria, ya que el ejemplar presentaba en el cuerpo muestras de impacto de un proyectil, motivo por el cual murió dos días después.
Inspectores federales de la Profepa efectúan la respectiva investigación y se anunció que en el transcurso de ésta semana se interpondría una denuncia penal, ante la Fiscalía General de la República (FGR), contra quien resulte responsable.
Finalmente, expresó que la problemática es enorme, de ahí la importancia de que las autoridades desarrollen estrategias para disminuir el fenómeno.