Redacción.- Al menos 1200 millones de dólares se robó durante el sexenio pasado una organización criminal de origen rumano que operó en México impunemente durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y que colocó en 2014 un centenar de cajeros automáticos en los principales destinos turísticos de México y en particular en Quintana Roo. Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y Quinto Elemento Lab revisaron miles de documentos, entrevistaron a personas en tres continentes, rastrearon redes sociales y ordenaron este rompecabezas sobre la delincuencia transnacional que opera en territorio nacional y en la Península de Yucatán en particular con la complicidad de autoridades locales y federales. En la investigación periodística se logró documentar que personajes ligados a encumbrados políticos del PRI y del PAN, como gobernadores y secretarios de Estado, han hecho negocios o han colaborado con el presunto grupo criminal el que ha contado, además, con una campaña difamatoria pagada en medios de comunicación locales.
Para manejar los beneficios económicos, la banda rumana creó en 2015 la Inmobiliaria Investcun, la cual fue utilizada para comprar un terreno en una zona privilegiada de Cancún, donde se edificó una mansión de varios pisos con piscinas en la azotea y ascensores, además de estar involucrada en el desarrollo de un proyecto residencial y de golf en Puerto Morelos, un destino turístico entre Cancún y Playa del Carmen.
Autoridades de Estados Unidos, Rumania y México han identificado al empresario Florian Tudor “El Tiburón”, residente en Cancún, como el presunto líder de esta banda.
Para manejar los beneficios económicos, la banda rumana creó en 2015 la Inmobiliaria Investcun, la cual fue utilizada para comprar un terreno en una zona privilegiada de Cancún, donde se edificó una mansión de varios pisos con piscinas en la azotea y ascensores, además de estar involucrada en el desarrollo de un proyecto residencial y de golf en Puerto Morelos, un destino turístico entre Cancún y Playa del Carmen.
Según explica dicha investigación, desde 2014 opera en destinos turísticos de México una red que roba cientos de millones de dólares a través de cajeros automáticos legales. La proporción del desfalco a los tarjetahabientes, las relaciones de los líderes de esa organización rumana con personajes que han sido ligados a diferentes gobernadores y distintos escándalos de corrupción, varios asesinatos no esclarecidos y campañas mediáticas para desprestigiar a policías que se les han enfrentado constituyen algunos de los elementos de una trama que deja rastro en tres continentes.
El modus operandi era el siguiente: las máquinas alteradas clonaban las tarjetas de los usuarios, principalmente turistas extranjeros para robarles dinero. El robo saqueó las cuentas de los clientes al ritmo de 240 millones de dólares anuales hasta que la operación fue descubierta.
El esquema elaborado a través de la empresa fachada Top Life Servicios habría trasladado en total 1.200 millones de dólares a las cuentas de los criminales en Indonesia, India, Barbados, Granada, Paraguay, Brasil, Japón, Corea del Sur y Taiwán, dice la investigación “Organized Crime and Corruption Reporting Project”, de los Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la organización Quinto Elemento Lab y Rise Project.
El líder de la banda sería el rumano, Florian Tudor, un delincuente disfrazado de hombre de negocios de 43 años y que ha operado impunemente con la complicidad con autoridades estatales y federales en la Riviera Maya. Ésta, de acuerdo a la policía y a un exintegrante, cuenta con unos mil miembros. Varios de los edificios más nuevos de la ciudad son inversiones que vienen de las operaciones de skimming de Tudor, afirma la policía federal.
Antes de 2014, Tudor se mudó a la Riviera Maya, donde lo conocen como El Tiburón. Varios compatriotas de Craiova le siguieron los pasos hasta Quintana Roo.
En diciembre de 2013, Tiugan apareció en las oficinas de registro empresarial de Cancún para crear Top Life Servicios, cuyo objeto era servir y operar cajeros automáticos en México.
Top Life Servicios terminó generando ingresos de 240 millones de dólares anuales, libre de impuestos. Eso convirtió la banda de la Riviera Maya en operadora de una de las operaciones de skimming más grandes del mundo, con cerca del 10 por ciento del total global manejado por sus miembros.
La investigación periodística, que tomó ocho meses de desarrollo, asegura que Tudor contaba con la protección de políticos estatales de Quintana Roo. Javier Ocampo, el exdelegado de la Procuraduría General de la República (PGR), hoy Fiscalía General, apuntó a un funcionario de alto rango del Gobierno de Carlos Joaquín González (PAN-PRD).
En 2019, Tudor fue liberado poco después de su detención gracias a un amparo a pesar de haber sido arrestado en posesión de tres armas y 500.000 pesos (23.000 dólares al tipo de cambio de hoy). El Tiburón ofreció una conferencia de prensa en marzo de 2020 donde aseguró que la ofensiva en su contra se debía a que se había negado a pagar extorsiones a las autoridades locales.
En aquella ocasión también dijo que había sido torturado durante su detención y que la policía le robó 67 millones de pesos durante las pesquisas en sus propiedades. Ocampo fue cesado a finales de 2019 como funcionario de la Fiscalía, pero mantiene su voluntad de denunciar en contra de la banda de Tudor Tiugan registró las compañías bajo el nombre de Paul Daniel Ionete, un rumano de Craiova conocido por los miembros de la banda.
Para probar su identidad, Tiugan usó un permiso de residencia mexicano y un pasaporte temporal rumano falsificado, que llevaba la foto de Tiugan y el nombre de Ionete. Este documento tenía una vigencia de cinco años, aunque los pasaportes temporales rumanos sólo son válidos un año.
Para 2017, Top Life operaba más de 100 cajeros automáticos con la marca Multiva a lo largo de la Riviera Maya y en otros sitios turísticos de México.
Para manejar los beneficios económicos, la banda rumana creó en 2015 la Inmobiliaria Investcun, la cual fue utilizada para comprar un terreno en una zona privilegiada de Cancún, donde se edificó una mansión de varios pisos con piscinas en la azotea y ascensores, además de estar involucrada en el desarrollo de un proyecto residencial y de golf en Puerto Morelos, un destino turístico entre Cancún y Playa del Carmen.
Javier Ocampo García, quien como delegado de la Fiscalía General de la República había iniciado en 2019 una investigación contra Tudor, aseguró que hay indicios y elementos que demuestran complicidad de autoridades de distintos niveles para proteger a la banda rumana.
Hay vínculos políticos de protección a Tudor, añadió Alberto Capella, secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, cargo que desempeña desde septiembre de 2018, cuando la banda ya tenía cuatro años operando en la Riviera Maya.
En la investigación periodística se logró documentar que personajes ligados a encumbrados políticos del PRI y del PAN, como gobernadores y secretarios de Estado, han hecho negocios o han colaborado con el presunto grupo criminal.
Javier Valadez Benítez, director de Multiva, dijo que el banco no tenía ni idea de quién era Tudor ni de su relación con Top Life hasta que fue arrestado el 30 de marzo de 2019 en Cancún, por portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Tudor afirma que es un empresario legal, víctima de autoridades corruptas de Rumania y México, sobornadas por criminales. En cambio, acusa a la policía mexicana de haberle robado. Y señala que los reporteros de OCCRP son aliados de estas autoridades corruptas.