Redacción.- La Casa Blanca busca impunidad a través de la amenaza de imponer sanciones contra los miembros de la Corte Penal Internacional y sus familiares si investigan crímenes de guerra cometidos por tropas y funcionarios estadounidenses alrededor del mundo, incluidos miembros de sus agencias de espionaje como la CIA (Agencia Central de Inteligencia). Los ataques aéreos estadounidenses han matado al menos a 2.954 civiles en Afganistán.
Según las Naciones Unidas, al menos 35.755 civiles fueron asesinados por las partes en el conflicto entre 2007 y 2018. Muchos más resultaron heridos, perdieron la vida, fueron desplazados o tuvieron que huir del país. Las diferentes partes en el conflicto utilizaron distintos métodos de violencia: los ataques suicidas de los talibanes, el uso de dispositivos explosivos improvisados (IED) y los asesinatos selectivos han sido responsables de la mayoría de las víctimas civiles. Sin embargo, las “incursiones nocturnas” de Estados Unidos y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), así como los ataques aéreos que mataron y mutilaron a miles de personas, también han sido objeto de escrutinio internacional y de quejas del gobierno afgano.
El presidente Donald Trump ordenó este jueves sanciones contra cualquier funcionario de la Corte Penal Internacional (CPI) que procese a tropas estadounidenses, en un momento que el tribunal estudia presuntos crímenes de guerra en Afganistán. “La administración Trump ha autorizado restricciones adicionales de visas contra la Corte Penal Internacional, el último intento de la administración de usar la fuerza contra el organismo internacional para no ser investigada sobre posibles crímenes de guerra por parte de miembros del servicio estadounidense”.
La imposición de las sanciones se debe a una investigación de presuntos crímenes de guerra de las tropas estadounidenses en Afganistán. Según la Casa Blanca, la averiguación tiene “motivaciones políticas”. Hasta el momento, la Corte no se ha pronunciado sobre el tema.
La Cámara de Apelación del Tribunal Penal Internacional (TPI) autorizó el jueves de la semana pasada la apertura de una investigación por presuntos crímenes de guerra cometidos en Afganistán, tanto por los talibán como por fuerzas afganas o extranjeras. El hecho ocurre una semana después de que Estados Unidos firmara un acuerdo de paz para la retirada de las tropas del país afgano.
La fiscal de la Corte Penal Internacional está pidiendo una investigación sobre posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Afganistán.
El alcance de tal investigación no está claro, pero podría tener el potencial de involucrar a las tropas estadounidenses. Fatou Bensouda dijo en un comunicado que decidió solicitar autorización para abrir una investigación formal.
Los jueces de la CPI decidirían si la situación cumple con los criterios del tribunal.
Por su parte el portavoz del Pentágono Eric Pahon dijo a NPR: “Nuestra opinión es clara: una investigación de la CPI con respecto al personal de los Estados Unidos sería totalmente injustificada e injustificada.
En términos más generales, nuestra evaluación general es que el inicio de una investigación de la CPI no servirá a los intereses de paz o justicia en Afganistán “.
Bensouda dijo que la jurisdicción de la corte para crímenes cometidos en Afganistán se extiende hasta el 1 de mayo de 2003.