Redacción / Con información de Didier Madera.- El Parque Hundido del Poniente permanece inundado a poco más de un mes por las constantes lluvias y las que dejó el paso de la tormenta tropical Cristóbal sobre la Península de Yucatán. Los vecinos expresan malestar así como los paseantes, pero el manto freático no absorve más agua.
De tal manera, varios de los atractivos se han vuelto inaccesibles además que la plaga de moscos no cede a las acciones de abatización y fumigación que realiza el Ayuntamiento de Mérida.
En un recorrido por el también conocido como Parque Ecológico, se observó que en algunos puntos el nivel del agua aumentó en cerca de 1.5 metros, y ya no se puede recorrer la parte inferior del lugar, un sendero de poco más de 1.5 kilómetros de largo.
La tormenta Cristóbal afectó la región del 31 de mayo al 5 de junio pasado, por lo que la precipitación pluvial registrada durante seis días fue el equivale al 60.4 por ciento del total captado durante el año.
Incluso, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), tan sólo en Mérida, la captación acumulada de agua fue de 488.7 milímetros.
El nivel del agua del Parque disminuye demasiado lento debido a que la hondonada está a nivel del manto freático, por lo que madrigueras de las zarigüeyas, iguanas y culebras, entre otras especies que ahí albergan quedaron debajo de decenas de metros cúbicos de agua.
Por ende, estos animales invadieron los patios de las casas de las colonias Bojórques y Francisco I. Madero así como del fraccionamiento Yucalpetén, además del Hospital Psiquiátrico “Yucatán”, la escuela primaria “Manuel Gutiérrez Nájera”, la Secundaria Transferida Número 8, la Escuela Normal Superior, e incluso, la sección 33 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en especial, las casas abandonadas.
La situación se complica debido a las recientes lluvias registradas en los últimos días, y desafortunadamente, son imperceptibles las labores de limpieza del sitio.
La coloración de los miles de litros de agua acumulada ya es ocre y ya se empieza a sentir la fetidez de la basura orgánica que flota.
De igual forma, los vecinos denunciaron la plaga de moscos que prevalecen, pues “no podemos caminar cerca del Parque Hundido y de manera inmediata nos atacan los moscos, aunque tengamos repelente”.
Incluso, a pesar de las labores de fumigación, 48 horas después reaparecen los moscos, pues la nebulización sólo mata a los insectos adultos.
En un principio, era una sascabera, la cual fue abandonada y por muchos años fue un basurero clandestino, hasta que hace poco más de dos décadas se convirtió en parque, en el cual se practica el campismo, ciclismo, entre otras actividades deportivas.
La inundación provocó la desaparición de las esculturas, algunas de ellas de hasta 1.5 metros de altura, al mismo tiempo que se tornó inaccesible el paso a los tres puentes, además del andador.