Redacción.- El ex director de Pemex, Emilio Lozoya, denunció que el ex Presidente Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray le ordenaron inyectar recursos de los sobornos de Odebrecht a la campaña presidencial de 2012. Emilio Lozoya habló de 120 millones de pesos entregados a un diputado y a 5 senadores durante la compra de votos para que votaran a favor de las llamadas reformas estructurales de 2013 y 2014, ordenadas por los entonces expresidente y el exsecretario de Hacienda. Por su parte, el fiscal Gertz Manero dijo que Emilio señaló 4 testigos, entregó recibos y un vídeo. Gertz Manero también refirió que en la denuncia se señaló la compra de votos “para las reformas estructurales de 2013 y 2014” .
El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, ya vinculado a proceso por los delitos de asociación delictuosa, cohecho y operación de recursos de procedencia ilícita en el caso de Odebrecht, realizó este martes una denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República. En dicha denuncia afirma que parte de los sobornos que recibió de Odebrecht fueron inyectados en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012 por órdenes del expresidente y del ex secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
Lozoya señaló que “hubo una serie de sobornos” de una cantidad que pasa de 100 millones de pesos, de los cuales fueron utilizados para la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
El fiscal general de la república mencionó que Lozoya denunció el haber recibido varios millones de pesos de la empresa constructora brasileña Odebrecht y para que este dinero se usaran para pagar a asesores electorales extranjeros que colaboraron con la campaña de Peña Nieto.
Ya en el gobierno, Emilio Lozoya explicó que le ordenaron pagar al menos 120 millones de pesos a un diputado y cinco senadores para que se garantizara el apoyo legislativo a varias reformas entre 2013 y 2014.
Emilio Lozoya dijo que estas dos personas (presidente y secretario) le dieron instrucciones de entregar 84 millones de pesos a varios legisladores, a un secretario de finanzas de un partido político, y otros 200 millones de pesos para dirigirlos a la reforma electoral.