Redacción.- Todavía no es un nuevo bloqueo, pero es algo que se parece mucho dicen en Madrid. A partir de hoy, en la capital española, más de uno de cada diez habitantes únicamente podrá salir de casa “sólo por motivos de fuerza mayor”. A saber: trabajar, estudiar, comprar, cuidar a los enfermos. De inmediato, las protestas no se han hecho esperar en los barios afectados, todos de la periferia, donde los obreros, inmigrantes y pobres se amontonan.
En las calles, en las paradas de autobús y metro, habrá controles policiales.
El ejército está en alerta temprana. Quienes entren o salgan de los seis barrios y los ocho municipios satélites donde el virus está más extendido deberán demostrar la necesidad de desplazarse.
“Si va a la universidad tendrá que tener cédula de estudiante, si va a trabajar la carta de empleo” explican en las comisarías.
En caso de infracción, habrán multas muy elevadas, a partir de 600 euros.
En las nuevas “zonas rojas” la infección ha afectado a más de una de cada 100 personas, los bares y restaurantes cerrarán a las 22.00 horas y no se podrá beber cerveza y tapas de pie.
Habrá límite de seis personas en reuniones privadas, más allá de “reunión”.
Como explica una enfermera, los barrios más afectados son los de los pobres: “Solo hay que ver quién trabaja, la clase obrera, ¿quién no teletrabaja? La clase obrera, ¿dónde viven en 45 metros seis personas o más? La clase que vive en Vallecas, en Carabanchel, en Usera… no hace falta ser un lumbreras para saber eso, hace falta saber muy poco de salud pública”.
Las protestas contra el gobierno municipal, y la alcaldesa derechista, Isabel Díaz Ayuso, por el confinamiento ordenado en algunas zonas de Madrid, delimitadas como áreas sanitarias, se encuentran entre las más bajas en cuanto a renta per cápita de toda la región.
En España, con más de 4.600 nuevos casos nacionales por día, se estudia la reapertura del hospital temporal instalado en los espacios de la feria Ifema.
Divisores, camas, maquinaria y láminas están listos en stock. Máximo esfuerzo en todo el país para crear hisopos y rastreo.
Solo en Madrid, se identificaron 22 brotes en 24 horas y los presuntos infectados fueron colocados en vagones de cuarentena.
Las medidas restrictivas de Madrid durarán al menos 14 días. Actualmente, 850.000 personas son de interés, entre los más pobres y con más inmigrantes en la metrópoli.
“Es fácil mantenerse saludable cuando cada niño tiene su propia habitación”, protestó en Radio Nacional María Lurdes, madre de tres hijos y originaria de Ecuador.
“En nuestro barrio las casas son pequeñas, es imposible quedarse lejos, un paciente es suficiente para que toda la familia se vuelva positiva”.
Las redes sociales se han desatado contra el cierre de barrios. Muchas asociaciones humanitarias lo han juzgado de clase, capaz sólo de “profundizar la desigualdad”.