Redacción.- Amenazado y decapitado por mostrar en clase las viñetas de Mahoma en su clase. Francia ofrecerá un solemne homenaje nacional a Samuel Paty (47 años), el profesor decapitado en plena calle con un cuchillo de carnicero la tarde del viernes, en Conflans-Sainte-Honorine (Yvelines), al oeste de París por haber impartido clases sobre tolerancia y libertad de expresión utilizando imágenes de las legendarias caricaturas de Mahoma publicadas por la revista satírica francesa Charlie Hebdo cuya redacción fue atacada con armas de fuego en el mes de enero del 2015. El autor del crimen es Abdoullakh Abouyezidvitch A., nacido en Moscú hace dieciocho años, tenía el estatuto de refugiado político y formaba parte de una banda de delincuentes comunes.
El profesor Samuel Paty tenía 47años y era padre de familia. Lo han decapitado cerca de Paris porque enseñaba a sus alumnos la libertad de expresión,la libertad de creer y de no creer. El crimen golpea el corazón de la República francesa, que es la escuela. Por primera vez, la víctima es un profesor que hacía —y con excelencia, según los testimonios recogidos en Conflans-Sainte-Honorine— su trabajo: educar a los futuros ciudadanos
Emmanuel Macron denunció en la noche del viernes «un atentado islamista caracterizado». A última hora de la mañana del sábado, el Elíseo anunció la celebración de un homenaje nacional al profesor decapitado, en estrecha concertación con la familia de la víctima.


Entre los nueve detenidos, se encuentran los padres, un abuelo, un hermano y un imán, francés de origen marroquí, Abdelhakim Sefrioui, conocido por su radicalismo ultrafanático.
Un miembro de una asociación de padres de estudiantes recordó que la víctima “supo que fue amenazado de muerte en las redes sociales luego de su curso sobre libertad de expresión”.
La policía está investigando también un mensaje que podría haber sido publicado en la red social Twitter por el agresor, mostrando una foto de la cabeza de la víctima. El autor también envía un mensaje a Macron tachándolo de “dirigente de los infieles” y dice quiso vengarse de la persona que “se atrevió a menospreciar a Mahoma”.
El hecho es el último de una serie de episodios en el país galo donde militantes islamistas atacaron -o buscaron hacerlo- personas por publicar o mostrar imágenes de Mahoma, el máximo profeta de la religión y cuya representación está prohibida por esa fe.



