Redacción / Didier Madera.- Diversos récords históricos, en meteorología, se establecen durante la actual temporada extremadamente activa de ciclones tropicales, y tan sólo en la Península de Yucatán se superó el máximo histórico de lluvias, coincidieron especialistas.
De igual forma, se mostró la vulnerabilidad de la región ante el cambio climático y evidenció la necesidad de contar nuevas leyes y reglamentos además de la carencia de especialistas en hidráulica.
En el marco del Foro “Reflexiones sobre las lluvias atípicas 2020 y sus impactos” se informó las secuelas provocadas por diferentes fenómenos meteorológicos, se presentaron propuestas para evitar problemas similares y fue poco el tiempo destinado para resolver las numerosas interrogantes relacionadas con la saturación del acuífero, tal el caso de una fecha posible para la recuperación de las áreas inundadas, tal el caso de los terrenos de Mitza así como el Parque Ecológico del Poniente, entre otros puntos del Estado.
Durante el encuentro virtual, el director general del Organismo de Cuenca Península de Yucatán (OCPY) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Andrés Galván Torres, destacó que en este año se observó un inusual fenómeno natural en la Península, pues luego de un par de años con sequía se registró un exceso de agua en el manto freático.
“Es un suceso que ocurre cada 500 años, de acuerdo con la estadística. Es un año extraordinario, en materia hidrológica”, acotó durante el evento virtual.
En lo que va del año, el acumulado de precipitación pluvial es de mil 500 milímetros de lámina de agua, superando en 50.1 por ciento la cifra registrada en 2005, que fue de mil seis litros por metros cuadrados. Incluso, en Mérida, el incremento fue del 88.4 por ciento, es decir, casi el doble.
La abundancia de precipitación pluvial fue consecuencia del paso de las tormenta tropical Cristóbal y Gamma así como de los huracanes Delta y Zeta, categoría 2 y 1, respectivamente, así como de diversos frentes fríos.
Señaló que tan sólo Cristóbal generó en Yucatán, del 31 de mayo al 6 de junio, un acumulado de 534 mm o su equivalente en litros por metro cuadrado, y el mayor registro fue en Holcá, con 980.6 mm.
Mientras que en el caso de Gamma y Delta así como de los sistemas frontales 4 y 5, ocurridos del 1 al 7 de octubre pasado, el acumulado para el Estado fue de 312 mm pero en Sisal, comisaría portuaria de Hunucmá fue de 517.7 mm.
Por su parte, Sareti Cardos Pacheco, meteoróloga del OCPY, enfatizó que fueron diversos factores climáticos los que influenciaron en la actividad ciclónica del Océano Atlántico.
Enunció el caso de la termodinámica del Atlántico Norte tropical, el cual es más cálido y por ende, es indicativo de una temporada más activa de lo normal.
Resaltó que el principal índice para la actividad ciclónica es El Niño Oscilación Sur (ENOS), y desde el inicio de la temporada de lluvias y de ciclones tropicales se pronosticó que sería un año neutro o que aparecería La Niña, ocurrió lo segundo.
“Durante el verano, los modelos de predicción indicaron que para el otoño de 2020, el fenómeno de La Niña ya estaría presente y tendría influencia en los patrones de viento sobre el Océano Atlántico”, acotó.
Al incluir dicho factor en la actualización del pronóstico de la temporada de ciclones tropicales, indicó que se tornaría en una temporada extremadamente activa.
Enunció que “La niña o enfriamiento de la temperatura del mar en el Pacífico ecuatorial, permite mayor formación de ciclones tropicales sobre la cuenca del Atlántico, debido a que representa un debilitamiento en los vientos de los niveles altos de la atmósfera, favoreciendo la rápida evolución de los ciclones en el Atlántico y el Mar Caribe”.
También tuvieron influencia los vientos alisios de bajo nivel, los cuales se utilizan como predictores para el pronóstico de cada temporada.
Mientras que la variabilidad de las precipitaciones y los vientos en altura del accidente de África, pues años con lluvias por encima de lo normal son asociadas con temporada activas de ciclones tropicales.
“Las temporadas extremadamente activas se dan normalmente cuando todos los parámetros están en fases, ocasionando ambientes idóneos para la generación y desarrollo de los ciclones tropicales”, abundó.
Durante el evento, con duración de dos horas y 20 minutos, la académica de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Yolanda Fernández González, presentó la historia de las leyes y reglamentos relacionados al rubro de viviendas.
Comento que la Ley General de Asentamientos Humanos del Estado de Yucatán data de 1995, por lo que tiene un atraso de 25 años, aunque con las inundaciones se discute su próxima actualización para los próximos desarrollos inmobiliarios de todos los niveles del Estado.
Finamente, se explicó que el evento se efectuó en el marco de la preparación del Programa Hídrico Regional de la Península de Yucatán.