Redacción / Didier Madera .- En este año, en México se vive una paradoja climática, ya que el 70 por ciento del territorio está afectado por la sequía mientras que en cinco estados prevalecen las secuelas de las inundaciones, generadas por ciclones tropicales y frentes fríos, afirmó el subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Jorge Arturo Argueta Villamar.
De igual forma, la directora general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Elena Jiménez Cisneros, destacó la necesidad de revisar los períodos de afectación de las temporadas de lluvias, debido al cambio climático, lo que significaría la modificación de numerosas actividades y programas.
En conferencia de prensa a distancia, para dar a conocer el “Balance de la Temporada de Ciclones Tropicales 2020” se destacó el récord registrado en el Atlántico, pues ocurrieron 30 fenómeno hidrometeorológico, cuando el pronóstico fue de 19.
Para el Océano Atlántico, había un récord máximo de 28 ciclones tropicales registrado en 2005 y prevalece el mínimo de cuatro, ocurrido en 1983.
El representante de la Semarnat expresó que paradójicamente, en la República Mexicana predomina la sequía así como el exceso de agua, debido a las condiciones climáticas que provocaron la distribución de la precipitación pluvial, debido a la geografía del país.
“Hay una paradoja climática en el país, con sequías e inundaciones, pues hay regiones en las que hace mucha falta el agua, mientras que en otras es necesario desalojar el agua”, acotó.
En este año, los ciclones y sistemas frontales afectaron 569 municipios, correspondientes a 20 estados, expresó la titular de la Conagua.
Las entidades más afectadas fueron Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán, a consecuencia de las tormentas tropicales y huracanes Cristóbal, Gamma, Delta y Zeta, así diversos frentes fríos.
Hace unos años no se preveía un aumento en el número de huracanes pero si un aumento en su intensidad, situación que en 2020 no ocurrió.
Recomendó la necesidad de revisar los períodos y temporadas de lluvias, aunque muchas actividades están a merced de las precipitaciones pluviales, por lo que habría que modificar el inicio y el fin de las temporadas de riego.
cuanto a la modernización de los observatorios meteorológicos, resaltó que se requeriría de una inversión superior a dos mil millones de pesos, tan sólo para las redes de monitoreo.