Redacción / Eduardo Lliteras Sentíes / Foto: vía vídeo.- Algunos de los comentarios más serios sobre la invasión violenta del Capitolio en Washington por parte de grupos violentos y seguidores de Donald Trump el 6 de enero provienen del exdirector adjunto del FBI Frank Figliuzzi, ahora analista de seguridad nacional de MSNBC. Durante una aparición en MSNBC después del ataque, Figliuzzi expresó su temor de que la violencia que sacudió a Washington, D.C. el 6 de enero sea un adelanto de lo que vendrá en los próximos meses y años, señala Alex Henderson en un artículo publicado en AlterNet.
El 6 de enero, una turba violenta de extremistas de extrema derecha y neo nazis irrumpió en el edificio del Capitolio con la esperanza de evitar que el Congreso ratificara la victoria del colegio electoral del presidente electo Joe Biden sobre el presidente Donald Trump. La multitud logró retrasar una sesión conjunta del Congreso, pero a pesar de la violencia, la sesión se reanudó más tarde, y el Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos certificaron los resultados del concurso electoral. La toma de posesión de Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris está programada para el 20 de enero.
Dice Alex Henderson en AlterNet que los extremistas que irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero no aceptarán a Biden como presidente después de que tome juramento en menos de dos semanas, y eso es lo que preocupa a Figliuzzi.
El exdirector asistente del FBI dijo a MSNBC que teme que el ataque al Capitolio no sea simplemente un incidente aislado, sino que muestra que Estados Unidos ha entrado en un estado de “insurrección permanente”. E hizo comparaciones con ETA en España y FARC en Colombia, que son dos ejemplos de movimientos insurrectos de larga duración.
En Colombia, las FARC (que significa “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia” en español) comenzaron en 1964 y continuaron siendo una insurrección armada hasta que se alcanzó un acuerdo de paz con el gobierno colombiano en 2016. Y en el País Vasco de España, ETA es un movimiento separatista vasco armado que existe desde finales de la década de 1950 y que no reconoce la legitimidad del gobierno federal en Madrid.