Redacción.- En la Península de Yucatán, durante 2020, sólo Campeche registró un aumento en el número de personas con cáncer de mama y cérvico-uterino, mientras que en Quintana Roo y Yucatán la problemática fue a la baja, reveló la Secretaría de Salud federal.
La disminución fue tal que de cada 25 casos registrados en la República Mexicana, uno correspondía a la región.
Incluso, por vez primera, en Campeche se registra el mayor número de casos positivos con respecto a Quintana Roo y Yucatán.
En el país, en el transcurso del año se detectaron 14 mil 559 casos de ambas neoplasias malignas, las cuales son controlables si se detecta a tiempo, con una disminución del 22.7 por ciento con respecto a 2019, cuando la suma fue de 18 mil 840.
Mientras que en la Península, el decremento fue del 28.9 porcentual, al pasar de 811 a 577 casos de tumores malignos de la mama y del cuello del útero.
Incluso, durante el año pasado, en la Península de Yucatán los casos de ambos tipos de neoplasias y displasias representaron el 3.96 por ciento del total nacional.
El común denominador de ambas patologías es ser mujer y tener más de 40 años de edad, y desafortunadamente, en México prevalecen numerosos mitos y tabúes, fenómeno que también prevalece en Yucatán.
La SS estableció que dado los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama, la enfermedad crece a expensas de un grupo de hormonas sexuales femeninas que son los estrógenos,
Los hombres también pueden desarrollar la enfermedad, sin embargo, es aproximadamente 100 veces más común en la población femenina, de acuerdo con el sitio Infocancer del Instituto Nacional de Cancerología.
Durante el año pasado, en el país fueron 12 mil 296 casos de tumor maligno de la mama, con una reducción del 19.95 por ciento con respecto a 2019, cuando la suma fue de 15 mil 361 afectadas.
En el caso de Yucatán, fueron 178 las personas diagnosticadas en 2020, con un decremento del 46.39 por ciento, ya que durante el año anterior fueron 332.
Según la SS federal, todas las mujeres a partir de los 18 años deben autoexplorarse para conocer sus senos, cumpliendo los 25 años, hay que hacerse una revisión anual con el ginecólogo y de los 40 años en adelante, realizarse una mastografía cada dos años.
Las mujeres que tienen mayor riesgo de padecerlo son quienes tienen consumo excesivo de tabaco y alcohol, obesidad o han tenido algún familiar con algún tipo de enfermedad oncológica.
También tienen más posibilidad de desarrollar esta enfermedad las mujeres que tuvieron su primer bebé después de los 30 años, han tomado hormonas vía oral, ya sea para tener control natal o para menopausia, así como las que han tenido mayores ciclos de menstruación por empezar a una edad temprana e iniciar la menopausia después de los 55 años.
Asimismo, se expuso que, existen cuatro etapas de este padecimiento, en la fase uno y dos se puede controlar hasta llegar a erradicarlo, en la tres y cuatro se controla para alargar la vida de la paciente.
Anteriormente, la mayoría de las mujeres llegaban a atenderse cuando estaban en etapa tres y cuatro, en la actualidad se atienden más casos en etapa uno y dos, como resultado de la detección temprana
Cuando se diagnostica oportunamente, los tratamientos pueden durar desde un año y medio hasta seis años y medio, dependiendo del organismo de la persona; en cambio, en fase avanzada el tratamiento es para siempre y se puede prolongar su tiempo de vida hasta siete años.
Yucatán ocupó el lugar 22 de la tabla nacional de incidencia, con el 1.45 por ciento del total del país, Campeche quedó en el peldaño 23, con 162 casos, el 1.32 por ciento, y Quintana Roo, en la posición 24, con 118, el 0.96 porcentual.
En cuanto al género, en la República Mexicana fueron 12 mil 102 mujeres, el 98.4 por ciento, y 194 hombres, el 1.6 porcentual, mientras que en Yucatán fueron 176 féminas, el 98.9 por ciento, y dos varones, el 0.1 porcentual.
Existen varios tratamientos contra este padecimiento: cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal y aplicada a los huesos, y se adapta dependiendo de la etapa en la que se encuentre el cáncer.
La mayoría de las mujeres piensa que cuando se extrae el tumor ya no hay cáncer, sin embargo, éste puede volver a aparecer, sobre todo durante los dos primeros años después del tratamiento.
Es recomendable a que cuando se elimina, el tumor se debe hacer un chequeo cada dos meses durante los dos primeros años, luego cada cuatro meses en los siguientes dos años; en el quinto año es cada seis meses y después, revisiones anuales.
Cuello del útero
Por otra parte, en cuanto a los tumores malignos del cuello del útero (CCU), en la República Mexicana fueron dos mil 263 afectadas, con una disminución del 34.95 por ciento, cuando la cifra fue de tres mil 479 mujeres.
El mismo fenómeno ocurrió en Yucatán, sólo que el decremento fue del 51.85 por ciento, al pasar de 54 casos a 26.
La situación epidemiológica del CCU en México, es considerado como un problema de salud pública, y desde 2016 es la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer.
De igual forma, la distribución de los casos en México muestra un incremento a partir de los 35 años de edad, y el grupo de 50 a 59 años es el que registra el mayor porcentaje, con alrededor del 30 por ciento.
El virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor de riesgo para el desarrollo de ésta patología.
La lenta evolución de la enfermedad y la accesibilidad del cérvix para su estudio, permiten tener tiempo y herramientas para detectarlo oportunamente, que lo hace ser una neoplasia 100 por ciento prevenible.
Campeche está en el lugar número 13 de la tabla nacional, con 66 casos, el 2.91 por ciento del total reportado en el país, Quintana Roo está en el peldaño 21, con 27 mujeres, el 1.19 por ciento, y Yucatán en el sitio 22, con 26 féminas, el 1.15 porcentual.