Redacción.- Japón verterá al mar el agua radioactiva procedente de la central nuclear de Fukushima en el océano Pacífico. Dicha central resultó dañada en un tsunami en 2011 y el agua será vertida dentro de dos años con el argumento de que será liberada “una vez tratada”, según anunció el primer ministro Yoshihide Suga, pese a la oposición que suscita el proyecto. Se trata de más de 1,25 millones de toneladas de agua procesada se almacenan actualmente en Fukushima y se prevé que la capacidad para su almacenamiento se agote en otoño del próximo año, según el ritmo actual al que se genera.
En efecto. El primer ministro del país, Yoshihide Suga, anunció el martes que más de un millón de toneladas de agua tratada de la accidentada planta nuclear de Fukushima serán devueltas al océano.
El agua radiactiva tratada se ha almacenado en tanques desde el tsunami de 2011 que dañó la central. Ahora, según el gobierno japonés, “se filtrará para cumplir con los estándares internacionales” antes de ser liberada al océano, lo que no sucederá hasta el año 2023. Pescadores locales, ambientalistas y varios países han manifestado su oposición a la decisión.
El primer ministro Suga ha calificado el vertido del agua contaminada como «inevitable» para el desmantelamiento de la accidentada central de Fukushima, así como de ser la opción «más realista» de las disponibles, pese a la oposición de pescadores locales.
La decisión fue tomada en una reunión de ministros del gabinete que respaldaron la descarga del agua como la mejor opción. Desde hace años se hablaba de hacerlo, pero no se había actuado debido a preocupaciones de seguridad y protestas.
El agua ha sido almacenada en tanques en la planta nuclear Fukushima Daiichi desde que un terremoto y tsunami en 2011 dañaron sus reactores y el sistema de enfriamiento se contaminó y comenzó a tener fugas.