Redacción.- “Y bien, ¿en qué le ayudamos?”, preguntó el Gobernador Mauricio Vila Dosal a la pequeña empresaria zapatera Lucely Burgos Pacheco, propietaria de la fábrica de calzado para niñas y mujeres Josimar, la cual visitó en este municipio.
Entre bromas acerca del fútbol, el sonido de las máquinas, el olor a cuero y el pegamento que parecía un bote de miel, el Gobernador recorrió la pequeña fábrica enclavada en la colonia Santiago de la Perla del Sur, donde constató que no obstante la pandemia de Covid-19 y las dificultades económicas, hay gente que quiere, desea y lucha por salir adelante.
Hasta el veterano ayudante de limpieza Cipriano Moreno se emocionó al ver entrar al Gobernador a la fábrica y fue tal su sentimiento que no perdió el tiempo de hacer gestiones para su terreno, debido a que también es ejidatario y agricultor, pero precisa del apoyo de las autoridades.
—Hola, ¿cómo están? Nada más pasé a saludarles y a ver cómo están, qué necesitan —dijo Vila Dosal apenas chocó el puño con Lucely.
—¡Es un gustazo que nos venga a visitar! —contestó la empresaria, quien cuando se retiró el mandatario no dejó de expresar su alegría, porque si bien les avisaron que acudiría a visitarlas el Ejecutivo, jamás pensó que fuera cierto.
—¡Nunca había venido un Gobernador a ver estas cosas! —exclamó y destacó que ninguno de los 22 empleados faltó.
Vila Dosal saludó a las mujeres que en la primera sección daban los últimos toques al calzado femenino que se vende en Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Veracruz, además del mercado local y la tienda en Ticul.
—¿Cuánto tiempo ya tiene el negocio? —preguntó.
—Cinco años y en la pandemia también hicimos caretas y cubrebocas.
—¿Y ya levantó la venta?
—Pues ahí va, algo, ya ve que con esto es muy difícil —respondió Lucely, quien destacó que apenas en enero de este año pudieron solicitar un crédito para ampliar el negocio, además del apoyo que les dio el Instituto Yucateco del Emprendedor (IYEM).
—¿Y tú hiciste eso, poco a poco? —preguntó el Gobernador mirando la pequeña nave en la que trabajan pegando y diseñando los zapatos, a lo que ella respondió que ha sido el esfuerzo y el aliento de su esposo, José Ix Moreno, el que la animó a poner el negocio.
—¿Quién hace los diseños? preguntó Vila Dosal.
—Pues buscamos en Internet y los modificamos, acá los hacemos desde el principio hasta el final. Por eso, qué bueno que viniste.
—Pues yo dije, voy a Ticul y no me puedo quedar sin visitar una zapatería —contestó el Gobernador, quien ofreció ayuda mediante el otorgamiento de un crédito a la medida vía el IYEM para que salgan adelante, pues el esfuerzo que están poniendo vale la pena.
Una vez que el mandatario se retiró, Lucely se mostró muy agradecida. “Fue una visita muy agradable, él es respetuoso, atento. En la pandemia lidiamos un poco, pero gracias a que todos hicimos las caretas, los cubrebocas y por seis meses vendimos tapetes, pudimos salir adelante”, narró la mujer.
Resaltó que el IYEM les compró los cubrebocas y las caretas y que solo dos meses la pasaron muy difícil, pero logró mantener a la plantilla laboral, “aunque fuera con 400 pesos a la semana”.
Narró que ella fue empleada de una zapatería en Ticul y a sus 36 años, con el apoyo de su familia, decidió poner su negocio. “Ahora vemos que se está levantando esto, y qué gusto que nos venga a ver el gobernador y nos diga que nos va a apoyar, eso es lo que hace falta para Yucatán”, comentó la mujer.