Redacción.- La mujer asesinada en Gran San Pedro Cholul antes de que muriera molido a golpes y de un disparo de su propia arma reglamentaria el policía tercero, Adrián Cohuo Aké a un costado de la carretera a Mérida, habría muerto por órdenes de su ex esposo, aunque otras versiones aseguran que se trató de un robo a casa habitación.
En efecto. Según versiones filtradas por autoridades señalan que podría tratarse de otro feminicidio en Yucatán ya que T.A.V.C. vivía sola en su casa con su hija en Gran San Pedro Cholul y hasta allí habrían llegado los tres sicarios gracias a las indicaciones del ex marido, D. O., quien residiría en el estado de Morelos.
Sin embargo, cabe recordar que Gran San Pedro Cholul es un fraccionamiento que ha sido objetivo de ladrones de casas habitación de forma recurrente como hemos dado a conocer en Infolliteras.com, por lo que habrá que esperar a las indagatorias oficiales que están llevando a cabo las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Yucatán, las que pidieron esperar debido al necesario sigilo de las indagatorias.
Como dimos a conocer ayer, Adrián Cohuo murió valientemente el viernes a primera hora tras interceptar el auto en el que se desplazaban los asesinos, sin saber aún que habían cometido un crimen momentos antes.
El policía del grupo GOERA (Grupo de Operaciones Especiales de Reacción Inmediata asignado a la motopatrulla 2268) quien viajaba en una motocicleta con una metralleta reglamentaria, informó a sus superiores que procedía a una “revisión de rutina”, según informó a la Secretaría de Seguridad Pública, momentos antes de ser asesinado por los delincuentes, los que habrían reaccionado así tras ser descubiertos al abrir la cajuela del auto marca Toyota modelo Yaris.
Los asesinos, quienes se desplazaban en un vehículo color rojo con placas de Yucatán de modelo reciente, era de la mujer víctima quien momentos antes había muerto en su propia casa, hasta donde ingresaron, según versiones no oficiales insistimos, con el pretexto de limpiar la piscina de la casa.
Tras robar lo que pudieron y dejar sola a una niña de tres años, hija de T.A.V.C., en el predio ubicado en la calle 39 entre 16 y 18 de Gran San Pedro Cholul, huyeron del lugar pero fueron interceptados saliendo del fraccionamiento apenas unos metros más adelante del paso a desnivel que se ubica entre la comisaría de Cholul y el campus de la UADY y supermercado AKI.
De hecho, en un primer momento se especuló que los asaltantes habían cometido un robo en el súper AKI, versión desmentida por la misma tienda momentos después a través de un comunicado.
El ataque al policía tercero fue observado y grabado por unas personas que pasaban por el lugar y que a gritos reclamaron a los criminales hasta que oyeron la detonación de un arma de fuego, como muestra un vídeo que circulaba en redes sociales y que publicamos en Infolliteras.com.
Los ciudadanos reportaron de inmediato el ataque al policía Cohuo Aké al 911 e inició el operativo de búsqueda de los atacantes los que apenas cuatro horas más tarde fueron descubiertos en el hotel Posada Espinosa, ubicado por el rumbo de la Mejorada. Se les detuvo en los alrededores de la central de autobuses, en la calle 65 con 68, con el apoyo de la policía municipal de Mérida y de las cámaras de seguridad que hay en la ciudad.
Los asesinos habían procedido a abandonar el auto en la carretera a Motul y después habían abordado una camioneta del transporte público de la ruta Baca-Mérida para regresar al centro de la ciudad donde fueron detenidos.
UN HÉROE
El policía tercero Cohuo Aké realizaba su rutina de vigilancia en esa zona con la que estaba familiarizado en razón de su servicio; le parecieron sospechosos los ocupantes del automóvil y dio parte por radio que haría una revisión de control preventivo.
Los dos sujetos y la mujer, todos originarios del Estado de México, que tras el presunto homicidio huyeron en el auto de la víctima, agredieron al policía, lo despojaron de su arma de cargo y con ella le dispararon. Tenía puesto su chaleco balístico, pero en el forcejeo se subió y el tiro dio en la parte baja del tórax.
“El compañero Raúl Adrián es un héroe. La acción que le costó la vida evitó que quedara impune un crimen y que peligrara una niña de tres años de edad, que permanecía junto al cuerpo inerte de su mamá”, expresó el Comandante Saidén Ojeda.
Explicó que, para la rápida localización de los implicados, fueron determinantes los siguientes factores:
- La colaboración ciudadana, gracias a la cual tuvimos reportes oportunos e incluso documentados en video.
- El trabajo de la Policía Estatal de Investigación y de los sectores operativos.
- La actualización del padrón vehicular, porque el automóvil de la víctima, que robaron los probables homicidas, contaba con placas vigentes; eso permitió que la Policía descubriera el crimen y pusiera a salvo a la pequeñita, que fue entregada al abuelo.
“Hemos perdido a un policía ejemplar. A su familia le refrendamos nuestra solidaridad y todo el apoyo del Gobierno del Estado y de la Secretaría de Seguridad Pública.
A la ciudadanía yucateca le agradecemos su gran colaboración y confianza”, dijo el titular de la SSP, quien agregó:
“Sepan que el sacrificio de Raúl Adrián nos produce mucha tristeza, pero al mismo tiempo nos compromete a no bajar la guardia y a reiterar que quien quiera delinquir en Yucatán, se enfrentará a toda la fuerza de la ley y la justicia”.
Agrademos la valiosa colaboración de la Policía Municipal de Mérida, la Fiscalía General del Estado, Guardia Nacional, Ejército Mexicano y Marina Armada de México.
Por su parte, el Fiscal General del Estado manifestó que por los hechos se dio inicio a una carpeta de investigación en la que participan conjuntamente las unidades de la FGE especializadas en homicidio y feminicidio, a fin de seguir el proceso penal a los hoy investigados.
El funcionario precisó ante los representantes de los medios de comunicación que en virtud de que la investigación se encuentra en su etapa inicial, lo anteriormente expuesto es todo de lo que se puede informar.