Redacción.- La inseguridad alimentaria se dispara en 20 países y regiones. Los conflictos, las crisis económicas, los peligros naturales, la inestabilidad política y el acceso humanitario limitado están poniendo en riesgo millones de vidas, advierten las Naciones Unidas (ONU) en un último reporte. Entre los países afectados se cuentan dos de América Latina, Haití y Colombia. En Medio Oriente, Líbano, país que además padece cortes en el suministro de energía muy severos.
La inseguridad alimentaria se está disparando en 20 países y regiones: “puntos críticos del hambre”, donde los conflictos, las crisis económicas, los peligros naturales, la inestabilidad política y el acceso humanitario limitado están poniendo en riesgo millones de vidas, dicen las agencias de la ONU.
Según el Informe de puntos críticos de hambre del Programa Mundial de Alimentos ( PMA ) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ( FAO ), Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen siguen siendo los países de mayor preocupación.
De acuerdo con las evaluaciones más recientes, los cuatro países tenían áreas donde las personas estaban experimentando, o se proyectaba que experimentarían, inanición y muerte ( Fase 5 de la CIF ), que requerían la atención más urgente.
El informe muestra que los vínculos entre el hambre y los conflictos son complejos y de largo alcance. De hecho, muchas de las personas a las que WFP apoya están huyendo del conflicto y se han visto obligadas a abandonar sus tierras, hogares y trabajos .
Es probable, dice la ONU, que estas tendencias continúen en Myanmar, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sahel central, Sudán, Sudán del Sur, Somalia, el norte de Etiopía, Nigeria y Mozambique.
Otra tendencia preocupante es el impacto de los extremos climáticos. Para el PMA y la FAO , el cambio climático “ya no es un atisbo del futuro, sino la realidad cotidiana de las comunidades de todo el mundo ”.
Esto ya se puede ver en Haití, África Oriental, Madagascar, Mozambique y recientemente en la región occidental de Badghis en Afganistán.
Al mismo tiempo, los desafíos económicos posteriores a la pandemia persisten y seguirán elevando los precios de los alimentos.
A pesar de una breve disminución a mediados de 2021, los precios mundiales de los alimentos han estado aumentando desde mayo de 2020, siendo las áreas de mayor preocupación el Cercano Oriente, África del Norte y Asia Central y Oriental.
Asimismo, las Naciones Unidas advierten que las restricciones de acceso humanitario y los entornos de seguridad complejos continúan planteando un desafío para las operaciones en Etiopía, Malí, el norte de Nigeria, Níger y Siria, y es probable que persistan en la República Centroafricana y Colombia.
La violencia o los conflictos organizados siguen siendo los principales impulsores, o potencial, para el hambre aguda en los puntos críticos del hambre y en todo el mundo. Condiciones meteorológicas extremas como fuertes lluvias, tormentas tropicales, huracanes, las inundaciones, las sequías y la variabilidad climática siguen siendo factores importantes en algunos países y regiones. Las condiciones actuales de La Niña adicionalmente conducen a un riesgo elevado de una secuencia de dos años de sequía condiciones, particularmente en África Oriental y Asia Central, añade la ONU.