Redacción / Didier Madera .- Actualmente, empresarios e inversionistas de la zona Norte de Mérida se encuentran extrañados con las ambigüedades del desarrollo que prevalecen con la próxima instalación de dos cementeras, en el polígono industrial de Progreso, ya que generará una mayor contaminación para el área de mayor plusvalía de la ciudad capital, según señalan.
El integrante de la Asociación Maya Peninsular, Jorge Manuel Gutiérrez Ponce, advirtió de las secuelas que habrán con la instalación de la cementera Cruz Azul así como la de los socios Ricardo Alessio Robles Cerda y Carlos Alberto Tirado Enríquez, señalados por crear empresas en paraísos fiscales, además de que sus nombres aparecen en la lista de los Panamá Papers.
“Con la puesta en marcha de la Planta de Molienda de Cementos Fortaleza ya se registra un grave problema de contaminación y de salud para los habitantes de Flamboyanes, comisaría de Progreso así como de las colonias y fraccionamientos del Norte de Mérida, por lo que con dos nuevas cementeras, la situación se triplicará”.
Por ende, los empresarios e inversionistas están preocupados ante tal problemática, en especial, por estar ubicados en la zona de más alta plusvalía de Mérida, y la que tiene un acelerado desarrollo comercial.
“La zona norte está en claro crecimiento, pero se encuentra en alto riesgo de fuerte contaminación que emana de diversas industrias asentadas en Progreso, y la problemática empeoraría en los próximos meses”, subrayó.
El entrevistado expresó que “sería lamentable que el Norte de Mérida tenga serios problemas de contaminación como lo que enfrenta la Ciudad de México”, sólo que en este caso, las micropartículas que generan las cementeras, las caleras, asfalteras, sascaberas y bancos de materiales son más lesivas para el organismo.
Manifestó que todos están a favor del desarrollo, pero las industrias contaminantes deben de estar lejos de las áreas habitacionales así como de las zonas comerciales, aunque las micropartículas pueden viajar decenas de kilómetros a consecuencia de los vientos, por lo que el daño ambiental y a la salud es inminente.
Desafortunadamente, están en funcionamiento cementeras y caleras en Progreso, Umán y Mérida, mientras que en todo el Estado, son cientos los bancos de materiales que existen, muchos de los cuales, están abandonados, por lo que representan un serio daño al medio ambiente.
Gutiérrez Ponce expresó que en algunos casos, las obras están detenidas, debido a las denuncias y amparos que prevalecen, pero la realidad es otra, ya que están en funcionamiento, tal el caso de Chocholá, con la calera Oxxica y del banco pétreo de la constructora Proser.
Hasta el momento, se prevé la instalación y puesta en funcionamiento de nuevas cementeras en el Polígono Industrial de Progreso, específicamente la de Cruz Azul, y en 2021 se aprobó el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para la construcción de una nueva cementera a los socios Ricardo Alessio Robles Cerda y Carlos Alberto Tirado Enríquez, vinculados con los Panamá Papers.