Redacción.- Crece la posibilidad de que en un nuevo paquete de sanciones se dé la desvinculación de Rusia de SWIFT (acrónimo en inglés de la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales), la red de pagos de alta seguridad que conecta a miles de instituciones financieras de todo el mundo. Es decir, cortar a los bancos de Rusia el acceso a la red SWIFT, una organización con sede en Bélgica y utilizada por 11.000 entidades bancarias en más de 200 países, lo dejaría fuera del principal sistema de mensajería que utilizan los bancos para realizar pagos transfronterizos rápidos y seguros. De realizarse la desconexión de Rusia haría casi imposible que las instituciones financieras rusas envíen dinero dentro o fuera del país. Pero el golpe no sería sólo para las empresas rusas y sus clientes extranjeros, sino para los compradores de exportaciones de petróleo y gas denominadas en dólares estadounidenses.
Se cree que Alemania es uno de los principales oponentes a que se excluya a Rusia de SWIFT, debido fundamentalmente a los profundos nexos económicos entre ambos países.
El principal promotor es Estados Unidos el que se propone sacar a Rusia del sistema Swift pero no toda la Unión Europea está de acuerdo.
Por lo pronto, Italia y Chipre se comprometen ante Ucrania a no bloquear la salida de Rusia del SWIFT.