Eduardo Lliteras Sentíes.- El 10 de diciembre de 2019 compré, con factura de por medio, un calefactor solar marca “Sunnergy” modelo “SEI-8-1800/58-Tubos: 8” con “capacidad de 95 litros de agua, número de personas 2 de acero inoxidable 304BA” con “garantía de cinco años” que incluía “tanque térmico, tubos de borisilicato, estructura de soporte, páneles reflectores, niples de entrada y salida de agua”.
Pagué por el aparato 8799 pesos. En la factura aparece el nombre de la empresa “Energías Renovables de México, Sunnergy Centro Sur” con sede en avenida Teopalzonco número 204 local 14, Teopalzonco, Cuernavaca, Morelos, código postal 62350. Con “Registro Federal de Causantes CRS191106RV7, Comercializadora Renovables Soli Gratias S. A. de C.V.” y teléfono (777) 302 01 10 y correo electrónico contacto@erenovables.com.mx.
Al costo del aparato hubo de añadirse la instalación de tubería y la misma instalación en el techo de la casa, la que corrió por parte de un contratista especializado de mi confianza que fue quien facturó el calefactor solar, con un costo de 3000 pesos incluyendo IVA.
El aparato funcionó de las mil maravillas un año. Dejé de consumir gas. El tanque de mi casa que se gastaba en tres meses en un año no lo volví a cargar. Sin embargo, al año exacto de haberse instalado, el tanque del calefactor empezó a gotear. A filtrar agua desde adentro. La pérdida de agua empezó leve, y posteriormente se convirtió en un goteo permanente que dañó la impermeabilización de mi techo, la que se había hecho recientemente.
Contacté a la empresa y no se hicieron responsables a pesar de la garantía de cinco años. Por el contrario, se mofaron, se burlaron, a través de un chat, ya que después descubrí que la sede de la empresa se encuentra en Jalisco en calle Broca 2605-8 colonia Parque Industrial El Álamo Guadalajara. Dicha empresa se ostenta como “fabricante” que “vende y distribuye al mayoreo calentadores solares, páneles solares y colectores para albercas OKU”.
La persona que me contestó dijo “que era como si hubiera adquirido un auto usado en un tianguis” y que no les podía reclamar nada.
Posteriormente se dedicó a preguntar y preguntar y nunca dio una respuesta concreta. Tampoco la vendedora en Mérida de Sunnergy en Mérida, Yucatán, una presunta “ingeniera Valeria Mejía”, quien aparece en la factura citada, con un número telefónico de Yucatán. Tampoco la sucursal en Puebla se hizo responsable. Fingían no conocer a la vendedora en Yucatán. Por tal motivo acudí a la Profeco (Procuraduría de Defensa del Consumidor) y realicé la correspondiente queja el 21 de enero de 2021 con el número de folio 5708.
Nos dieron cita tres meses después a las 8 de la mañana. Allí estuvimos puntualmente, desmañados. Tanto el contratista, como yo, que fue quien facturó el aparato que yo pagué. Pero de la empresa Sunnergy nada. Ningún representante, que no los habían podido localizar, decían los eficientes funcionarios de Profeco, Yucatán, que a la fecha suma 4 delegados o encargados de despacho con el resultado que estamos viendo.
El funcionario de la Profeco que nos atendió a la primera de se molestó conmigo y empezó a gritarme y amenazarme por el simple hecho que me puse a grabar con mi teléfono. Tratándose de mi denuncia quería tener constancia del hecho. Máxime ante la actitud de la empresa, que simplemente no se presentó
Tuve que salirme ya que no quise discutir en una oficina pública a gritos, aunque el funcionario posteriormente se disculpó. Y nos dieron cita para otros tres meses después. La Profeco no nos notificó de la cita, ni nos día fecha, como en la primera ocasión, a través de un correo electrónico. Por lo que convenientemente la Profeco resolvió archivar el caso con la justificación de que “se desatendió el caso”, lo cual fue falso.
Tras mi reclamo, simplemente argumentaron, justificándose, que no encontraron a la empresa y que como no se encuentra en Yucatán, no pueden hacer nada, en sustancia.
Increíblemente, ya que hablamos de un gobierno que se ostenta como federal y cuyas dependencias como la Profeco tienen delegaciones por todo el país, precisamente para eso: para cumplir con su cometido. No para proteger a empresas defraudadoras.
A la fecha, no he tenido respuesta, ni de la autoridad y mucho menos de la empresa que sigue vendiendo sus aparatos en Mérida y engañando a los clientes que los adquieren.
Es un tema delicado ya que hablamos de una inversión importante cuando se trata de las llamadas tecnologías verdes, las que se venden como la panacea y luego resultan un fiasco en perjuicio del consumidor como es el caso del calentador fabricado y vendido por Sunnergy en el país.
En el caso en particular de la Profeco en Yucatán cabe mencionar que el gobierno federal parece concentrado en el tren maya y el resto no le interesa. Las delegaciones tienen a encargados de despacho, los que en muchos casos han sido cambiados repetidamente. Sin mayor explicación por la autoridad federal y en perjuicio de la ciudadanía.