El número de muertos en la Franja de Gaza ha aumentado a más de 15.000 palestinos desde el 7 de octubre, entre ellos 6.150 niños, dice la oficina de prensa del gobierno de Hamas en el enclave asediado.
El ejército israelí dice que los 12 cautivos liberados ya han salido de Egipto y están “dentro del territorio israelí” escoltados por fuerzas especiales, informa Reuters.
Según un comunicado de los grupos armados en Gaza, las Fuerzas de ocupación de Israel bombardearon el oeste de Gaza, realizaron disparos en el sur de la franja, y atacaron campamentos de refugiados en el norte del enclave, adonde varios desplazados habían regresado al norte tras declararse el alto al fuego.
Por su parte, las Naciones Unidas informa que en Gaza, la pausa en los combates se ha extendido dos días más. Las agencias de la ONU han logrado adentrarse en zonas del norte de la Franja a las que no podían llegar y describen una situación dantesca.
La directora regional del Programa Mundial de Alimentos dijo que lo que ven “es catastrófico”. “Hay riesgo de hambruna y de inanición y, para evitarlo, tenemos que ser capaces de llevar alimentos a gran escala y distribuirlos de forma segura”, declaró Corinne Fleischer. “Seis días no bastan para proporcionar toda la ayuda necesaria”.
Miles de personas siguen haciendo largas colas para conseguir algo con lo que alimentarse. En Deir El Balah, en el centro de Gaza, Khaled y Siham comen en un colchón entre escombros de la que fue su casa durante 20 años. La casa fue bombardeada el 10 de octubre y Khaled resultó herido en la explosión. No les queda apenas comida. Cuando consiguen encontrar una botella de agua, la comparten entre todos. Algunos días, Khaled y Siham se van sin nada que comer para dejar lo poco que tienen a sus hijos.
“Sólo tenemos tres tomates, y estos van a ser nuestro almuerzo y cena de hoy“, dice Khaled.
“Estamos quemando los escombros de nuestra casa para cocinar”, añade Siham.
Tras semanas de entregas muy limitadas, el 26 de noviembre el Programa se unió a un convoy que entregó 7,6 toneladas de comida a unas 23.616 personas en el hospital de Al-Ahli y en las zonas circundantes.
El portavoz de UNICEF, James Elder, estuvo en la ciudad de Gaza el domingo y cuenta que la situación es “desesperada”
“Me esperaba lo peor y me sorprendió que fuera incluso peor de lo que había imaginado. Los hospitales para niños, todos los hospitales, son zonas de guerra. Veo niños con heridas horribles en aparcamientos, en colchones improvisados, en jardines por todas partes, médicos que tienen que tomar decisiones horrendas sobre a quién dan prioridad”.