Redacción.- Si el coronavirus llega a las costas británicas, el gobierno británico podría tener que recurrir a medidas extremas como cerrar escuelas, cancelar conciertos o incluso introducir la ley marcial, señalan diarios de ese país.
Si el coronavirus se convierte en una pandemia global, Gran Bretaña podría recurrir a medidas extremas en aras de la seguridad pública.
El Reino Unido ha visto a lo largo de la historia una buena cantidad de brotes terroríficos, desde la peste negra hasta la gripe española.
Prohibir a las multitudes
Si hay una cosa que le gusta a un virus, es un gran grupo de personas que se topan unas con otras, comparten el mismo aire y tosen a quienes las rodean, dicen los diarios británicos.
Las multitudes jubilosas que celebraban el final de la Primera Guerra Mundial ayudaron a propagar el virus de la gripe española, mientras que otros asuntos de guerra impidieron que los funcionarios británicos tomaran medidas efectivas para prevenir la propagación de la infección hasta que fuera demasiado tarde.
En el apogeo de los temores mundiales sobre la gripe aviar en 2005 y 2006, el gobierno británico ordenó suficientes medicamentos antivirales para tratar al 25 por ciento de la población; ese es el porcentaje de la población que se espera que se enferme con la enfermedad si la pandemia alcanza niveles peligrosos.
Los planes de contingencia obtenidos por The Independent en ese momento decían que el medicamento sería la “única contramedida médica” sin una vacuna, pero advirtieron que no era una “solución de bala de plata” para la epidemia. Varios años después para contrarrestar la amenaza de la gripe porcina de 2009, el Departamento de Salud británico envió enormes paquetes de medicamentos antivirales a hospitales y clínicas