Redacción.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, exigió a los diputados que realicen una sesión extraordinaria y aprueben un préstamo de 109 millones de dólares, para financiar la tercera parte de un plan de seguridad contra las pandillas, según justifica. Y envió y encabezó al ejército durante su ingreso para forzar la aprobación de los legisladores. El presidente Bukele convocó el viernes pasado a los ciudadanos a presentarse hoy en la sede de la Asamblea Legislativa, para presionar y exigir la aprobación de dicho préstamo, que no ha sido avalado porque integrantes de la Comisión de Hacienda, aseguran que el Ejecutivo no ha explicado con detalle en qué será ejecutado el dinero, según medios locales.
El financiamiento solicitado por Bukele fue rechazado por el órgano legislativo al ser tramitado a través de un procedimiento de emergencia calificado por los legisladores como improcedente, por los que debe contar con el visto bueno de la Comisión de Hacienda en la que el mandatario no cuenta con los apoyos necesarios.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, cuestionó al presidente Nayib Bukele sobre “¿qué concepto tiene sobre democracia?”, luego de conocer que las instalaciones del Congreso amanecieron militarizadas.
Haciendo referencia a unas imágenes publicadas en Twitter, Vivanco instó al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a que “esta exhibición de fuerza bruta justifica a reunión urgente” de ese organismo regional “en función de la Carta Democrática”.


“@nayibbukele ordenó ingreso de militares con armas largas a la sesión del Congreso para “persuadir” a los congresistas de las virtudes de su gobierno?”, indicó.
La presión del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, contra el Parlamento, aumentó con el ingreso a la fuerza de miembros de la Policía y del Ejército Nacional a la Asamblea Legislativa que ya había convocado a una nueva sesión plenaria para el lunes para analizar el problema, ya que “Existe voluntad de los diferentes partidos para votar” según el presidente del órgano Legislativo, Mario Ponce.
Las medidas ejecutadas por el presidente Bukele corresponden a su llamamiento a la “insurrección” para forzar al Parlamento a aprobar un préstamo de 109 millones de dólares que impulse la Fase III del Plan Control Territorial, una iniciativa para mejorar la seguridad contra las pandillas, según dice.