Redacción.- Aunque hoy es un museo, Santa Sofía fue primero una basílica y luego una mezquita, transformaciones fruto de guerras e invasiones a través de los siglos. El día de hoy se decidirá si Santa Sofía de Constantinopla, vuelve a ser una mezquita o continúa siendo un museo, un lugar neutral. El Patriarca de Constantinopla y el Patriarca de Moscú han dicho que la conversión de Santa Sofía en mezquita «es un ataque a toda la cristiandad» Todo a resultas de la propuesta del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdongan de reconvertirla en mezquita, lo que ha generado preocupación internacional por el destino de este patrimonio de la humanidad. En sus 1.500 años ha sobrevivido guerras, invasiones y terremotos la colosal catedral en la ribera occidental del Bósforo, con un fantástico domo y minaretes que dominan el panorama de la ciudad turca, otrora Constantinopla.
El gobierno griego dice que Turquía violará las reglas de conservación de la Unesco si el presidente Recep Tayyip Erdogan avanza con planes para convertir el sitio histórico de Hagia Sophia en Estambul, actualmente un museo, en una mezquita. Una corte en Turquía podría declarar que el fallo de 1934, que convirtió la antigua catedral de Santa Sofía en museo fue ilegal, lo que permitiría que sea nuevamente convertida en mezquita, pese a varias preocupaciones que el asunto genera en la comunidad internacional.
Atatürk, fundador y primer presidente de la República de Turquía de 1923 a 1938, decidió en 1934, ante gran escándalo de los clérigos, “secularizar” Santa Sofía, transformándola en un museo, y eso es lo que sigue siendo hasta hoy. Aunque es oficialmente neutral desde 1934, el pasado 23 de marzo sus minaretes fueron utilizados para llamar a la oración islámica. Algo que ya ocurrió el 3 de julio de 2016, la primera vez en 85 años.
La Unesco enumeró la estructura del siglo VI, que se convirtió de una iglesia en una mezquita en el siglo XV, como patrimonio de la humanidad en 1985. Erdogan está presionando para que Hagia Sophia se convierta en una mezquita una vez más, pero cualquier cambio en su estado necesitaría ser aprobado por la Unesco, dice la ministra de cultura griega, Lina Mendoni. El máximo tribunal administrativo de Turquía, el consejo de estado, está considerando la solicitud y dice que dará su decisión en los próximos 15 días.
Mendoni le dijo a una estación de radio griega a principios de esta semana que “[informamos] a los estados miembros de la Unesco por qué Santa Sofía no debe convertirse en una mezquita o, si lo prefiere, regresar a ningún estado religioso y seguir siendo un museo. Y lo hicimos porque Turquía parece estar aprovechando o incluso ignorando su obligación con la Unesco, ya que Hagia Sophia es un monumento del patrimonio cultural mundial. Para cambiar su estado, el comité intergubernamental de la Unesco deberá tomar una decisión ”.
Terminada en tiempo récord en 537, Santa Sofía albergó a la Iglesia ortodoxa oriental, salvo un breve período en el siglo XIII en que fue una catedral católica bajo control de invasores europeos que saquearon y ocuparon Constantinopla durante la Cuarta Cruzada. Santa Sofía se transformó rápidamente en la joya de Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino -también conocido como el Imperio Romano de Oriente- levantada sobre las ruinas de la ciudad griega de Bizancio.
Muchos creen que está dedicada a una santa llamada Sofía. Pero no. “Sofia es la palabra griega de sabiduría, así que quiere decir la Santa Sabiduría, que es una manera de describir la existencia de Dios”. Hay que tener en cuenta que su enorme domo no fue replicado por casi mil años, hasta la construcción de la Basílica de San Pedro, en Roma.