Redacción.- La Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) emitió un mensaje sobre los incendios que están devastando la Amazonía, el Llano (cerrado) y el Pantanal, ecosistemas brasileños que están siendo destruidos con incendios provocados por acaparadores de tierras y ganaderos salvajes. Estos buscan transformar partes de la selva tropical en sus propias empresas agrícolas lucrativas.
Y mes pasado de agosto fue un momento particularmente malo para tales incendios en el Amazonas. Los datos preliminares recopilados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) muestran 29.307 incendios en la Amazonía brasileña el mes pasado.
En el texto de los obispos se afirma que “siguen con indignación la devastación causada por los incendios” y se solidariza “con todos los voluntarios que arriesgan sus vidas, actuando con pocos recursos en la lucha contra el crimen socio-ambiental que se está produciendo”.
El documento afirma que, en medio de toda esta devastación, “el sentido común también se ve asaltado tanto por el explícito y repetido negacionismo de nuestros gobernantes, como por la acusación de que pueblos y grupos serían responsables de algunos de los incendios”.
Los prelados aseguran que esta criminalización, “hecha ante el mundo, camufla, en el humo de las falsas noticias, el esfuerzo de estos pueblos por sobrevivir, además de traer el caos de la desinformación”.
«La superación efectiva de esta situación caótica sólo se producirá a través de una fuerte fiscalización, investigación y responsabilización de los culpables, la obligación de reforestar, la plena recuperación de la naturaleza devastada y la reorganización de la estructura económica», concluye la CNBB, que también convoca a la sociedad brasileña para que se una, aún más, en torno al Pacto por la Vida y por el Brasil.
El cacique brasileño Raoni Metuktire, uno de los defensores más emblemáticos de la Amazonía, criticó el sábado al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por culpar a los indígenas de los incendios forestales que devastan la mayor selva tropical del mundo.
El mandatario ultraderechista causó controversia el martes con un discurso ante la Asamblea General de la ONU en el que defendió su desempeño en materia medioambiental, y dijo que los incendios que destruyeron grandes extensiones de la selva fueron provocados, en gran medida, por granjeros indígenas que utilizan técnicas tradicionales de tala y quema.
Los ambientalistas, que aseguran que los incendios tienen el objetivo de despejar tierras para la agroindustria a gran escala, se apresuraron a refutar la declaración del mandatario, al igual que hizo Raoni, un cacique de 90 años del pueblo Kayapo conocido por viajar por el mundo para concientizar sobre las amenazas a la Amazonía.
Bolsonaro “dijo en la televisión que los indígenas estaban incendiando el planeta. Eso es mentira. Los agricultores son los que provocan los incendios”, dijo Raoni a periodistas durante una visita a la ciudad de Sinop (centro-oeste) para un chequeo médico, según el sitio de noticias G1.
“Algunos agricultores dañan el bosque, la naturaleza. Leñadores, mineros… ellos son los que están prendiendo fuego al planeta”, añadió el cacique, famoso por el gran disco insertado en su labio inferior y sus coloridos tocados de plumas.