Redacción.- Luego de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, partió de Taiwán, poniendo fin a una visita de alto riesgo que, según advirtió Beijing, tendrá un “grave impacto” en las relaciones diplomáticas con Washington, el Comando del Este del ejército chino organiza ejercicios conjuntos de combate reales alrededor de la isla. La gira oficial de Pelosi incluye Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón. En sus menos de 24 horas en la isla, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos visitó el parlamento taiwanés y se reunió con la presidenta Tsai Ing-wen. Pelosi aseguró que su país “no abandonará a Taiwán”. Se trata de la mayor crisis diplomática de Estados Unidos y China en 27 años.
Pelosi aterrizó en Taipei el martes por la noche a pesar de las advertencias chinas, pero sin escoltas aéreos, en lo que fue la primera visita de un presidente de la Cámara de Representantes en funciones a Taiwán en 25 años.
Asimismo, Pelosi se reunió con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, el miércoles y visitó el Parlamento, donde dijo a los periodistas que “Estados Unidos apoya a Taiwán”.
Por su parte, China afirmó que sus ejercicios militares que están previstos cerca de Taiwán son “una medida necesaria y legítima para responder a las graves provocaciones de algunos políticos estadounidenses y de los independentistas taiwaneses”.
China anuncia nuevas medidas contra Taiwán: prohíbe las exportaciones de arena natural y bloquea las importaciones de frutas y productos pesqueros. Pekín también impondrá sanciones contra dos entidades taiwanesas por tener vínculos con las “fuerzas separatistas”.
China insistió en que sus ejercicios militares que están previstos cerca de Taiwán son “una medida necesaria y legítima para responder a las graves provocaciones de algunos políticos estadounidenses y de los independentistas taiwaneses”
Los gobiernos de las regiones administrativas especiales de Macao y Hong Kong describieron la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán de una injerencia descarada en los asuntos internos de China y amenaza la seguridad y la estabilidad.
“La visita de Pelosi es una intervención descarada en los asuntos internos de China, ignora deliberadamente el principio de una sola China, amenaza la seguridad y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y daña las relaciones conjuntas chino-estadounidenses”, difundió Xinhua citando al gobierno de Macao en un comunicado.
La Cancillería rusa afirmó que consideran la visita de Pelosi como “una clara provocación en consonancia con la agresiva política de contención” de China por parte de EE.UU., e instó a Washingon a abstenerse de acciones que socaven la estabilidad regional y la seguridad internacional.
Además, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, aseveró que “Washington trae desestabilización al mundo. No se ha resuelto un solo conflicto en las últimas décadas y muchos han sido provocados”.
Cabe recordar que el conflicto del presente se remonta a finales del siglo XIX, cuando la dinastía Qing que gobernaba China perdió la guerra contra Japón, país que se apoderó de Taiwán, pero tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial fue obligado a devolver la isla a China. Pero en 1949, sin embargo, el presidente chino Chiang Kai-shek fue derrotado por las fuerzas comunistas de Mao Zedong, refugiándose en Taiwán.
En ese lugar Chiang estableció la llamada República de China que obtuvo el respaldo de Estados Unidos y sus aliados europeos, fuerzas colonialistas en la región.
Mao, a su vez, fue apoyado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El estatus se mantuvo hasta el fin de la Guerra Fría, en 1990.