Redacción.- Tras las devastadoras inundaciones y deslizamientos de tierra que están afectando a más de 33 millones de personas en Pakistán, las Naciones Unidas y el Gobierno del país lanzaron este martes en Islamabad y Ginebra un plan de respuesta valorado en más de 160 millones de dólares. Más de 1100 personas han muerto y cientos de miles han perdido sus hogares por las lluvias monzónicas que azotan al país desde junio, y que han provocado inundaciones devastadoras.
La ministra del cambio climático, Sherry Rehman, afirmó que más de un tercio del país ha quedado completamente sumergido por las lluvias monzónicas más intensas registradas en una década. El miércoles 31 de agosto, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Ghebreyesus, asignó a la situación en Pakistán, el nivel de emergencia 3 (el más alto de la Organización), lo que implica el mayor nivel de movilización de la agencia de la ONU.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) las cifras que han provocado los desastres hablan por sí solas: más de 1100 personas, entre ellas más de 350 niños, han perdido la vida, más de 1600 heridos, más de 287.000 casas destruidas por completo y 662.000 parcialmente, más de 735.000 cabezas de ganado muertas y dos millones de acres de cultivos afectados, además de los graves daños sufridos en las infraestructuras de comunicación.
Los médicos en las zonas afectadas por las inundaciones dijeron que habían empezado a atender a pacientes traumatizados por la catástrofe, pero que cada vez más, veían a personas -incluidos niños y mujeres embarazadas- con diarrea, infecciones cutáneas y otras enfermedades altamente contagiosas.
La Organización Mundial de la Salud anunció que ha comenzado a prestar asistencia a las autoridades pakistaníes. En un comunicado, la agencia dijo que también estaba trabajando para aumentar la vigilancia de enfermedades como la diarrea aguda y el cólera para evitar una mayor propagación.
Dice la ONU que el Plan de Respuesta a las Inundaciones de Pakistán 2022 busca cubrir las necesidades de 5,2 millones de personas e incluye partidas en seguridad alimentaria, en asistencia a la agricultura y la ganadería, en alojamiento y artículos no alimentarios, en los programas de nutrición, en los servicios sanitarios primarios, en protección, agua y saneamiento, entre otros, por un total de 160,3 millones de dólares.
El Secretario General de la ONU describió gráficamente la magnitud de la tragedia en su video mensaje emitido durante el lanzamiento del plan de respuesta.
“El pueblo pakistaní se enfrenta a un monzón en esteroides. Más de 1000 personas han muerto y millones de vidas se han visto afectadas. Esta crisis gigantesca precisa de una acción colectiva urgente para ayudar al Gobierno y al pueblo de Pakistán en estos momentos de necesidad”, alertó António Guterres.
El Alto Comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados señaló que la comunidad internacional debe incrementar su apoyo y ayudar a Pakistán en la respuesta ante esta catástrofe y recordó que la nación asiática acoge a cerca de 1,3 millones de refugiados afganos registrados.
“Las lluvias e inundaciones han sido catastróficas para millones de personas. Necesitamos urgentemente el apoyo y la solidaridad mundial para Pakistán en estos tiempos difíciles”, declaró Filippo Grandi que ensalzó la tradición de acogida de refugiados en el país que se remonta a 40 años.
Hasta el momento, el organismo ha proporcionado más de 71.000 artículos de ayuda de emergencia a las aldeas de refugiados y en las comunidades de acogida.
Entre estos objetos se incluyen tiendas de campaña, lonas de plástico, productos sanitarios, cocinas, mantas, lámparas solares y colchonetas. Además, entregó 10.000 sacos para ayudar a construir barreras alrededor de los hogares. La entrega suministrada hasta el momento asciende a más de 1,5 millones de dólares.
Entre los 33 millones de personas que el Gobierno paquistaní calcula que están afectadas por las inundaciones y deslizamientos se incluyen unos 8,2 millones de mujeres en edad reproductiva.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas estima que cerca de 650.000 mujeres embarazadas precisan servicios de salud materna para garantizar un embarazo y un parto seguros en esas zonas.
Entre ellas, se espera que unas 73.000 den a luz durante el mes que viene y que precisarán parteras cualificadas, atención al recién nacido y apoyo. Además, muchas mujeres y niñas corren un mayor riesgo de sufrir violencia de género, teniendo en cuenta que casi un millón de casas han resultado dañadas.
“Los embarazos y los partos no pueden esperar a que terminen las emergencias o los desastres naturales. Es cuando la mujer y el bebé son vulnerables y necesitan más cuidados. El Fondo está sobre el terreno, trabajando con sus socios, para garantizar que las mujeres embarazadas y las madres continúen recibiendo cuidados vitales incluso en las condiciones más difíciles”, afirma el representante de la agencia de la ONU en Pakistán.
El doctor Bakhtior Kadirov indicó que la situación humanitaria se ve agravada por los importantes daños que han sufrido las infraestructuras. En la provincia de Sindh, más de 1000 centros sanitarios están parcial o totalmente dañados, mientras que 198 instalaciones hospitalarias están dañadas en los distritos afectados de Baluchistán. Los daños en las carreteras y los puentes también han dificultado el acceso de las niñas y las mujeres a los centros de salud.
Hasta el momento, la sucursal del organismo en el país ha adquirido y comenzado a repartir 8311 kits de higiene femenina, 7411 kits para recién nacidos y 6412 kits de parto seguro para su entrega inmediata en las provincias de Sindh, Baluchistán, Jaiber Pajtunjuá y Punjab.