Redacción / Xinhua.- Evo Morales, quien renunció a la Presidencia de Bolivia, planteó hoy miércoles desde México un diálogo nacional en su país para solucionar la crisis política, y dijo que estaría dispuesto a regresar si se lo piden.
En rueda de prensa en el Museo de la Ciudad de México, Morales planteó “un diálogo nacional abierto, sincero, con la agenda abierta”, y dijo que “pueden acompañar algunos países amigos, organismos internacionales, decirle a las Naciones Unidas (ONU): no acepte esta clase de golpe de Estado”.
Morales, quien el domingo renunció al cargo y el martes llegó como asilado político a México, propuso que cívicos, políticos y movimientos sociales de los distintos sectores bolivianos participen en el diálogo para una salida pacífica al conflicto.
“Por supuesto, si mi pueblo pide, pide mi pueblo, estamos dispuestos a volver a pacificar. Es importante el diálogo nacional”, dijo Morales a pregunta expresa sobre si tenía una fecha para regresar a Bolivia.
Reiteró que la autoproclamación de la senadora de oposición Jeanine Añez como presidenta interina de Bolivia “confirma el golpe de Estado”.
Explicó que en la sesión legislativa en la que Añez se proclamó presidenta no se aprobó o rechazó su renuncia al cargo como marcan las normas, y recordó que existe una línea de cargos de sucesión para ocupar la presidencia, aunque todos ellos renunciaron.
“Ayer (martes) aparece sin respetar la Constitución, la señora senadora es segunda vicepresidente del Senado, puede inventar cualquier figura jurídica, pero no respetaron la Constitución”, abundó Morales.
Añez se proclamó presidenta del Senado y después mandataria interina de Bolivia en una sesión que careció de la participación de los legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales y mayoría en la Asamblea Legislativa.
Morales relató por más de 30 minutos los sucesos ocurridos en Bolivia tras los comicios del 20 de octubre pasado en los que se atribuyó la victoria en primera vuelta, reiterando que opositores buscaron desde el día siguiente un golpe de Estado.
Rechazó que pidiera a instituciones caer en ilegalidad y acusó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) de ser un organismo al servicio del “imperio norteamericano”.
Morales renunció luego de que la OEA presentó el domingo un informe preliminar que cuestionó los comicios, a lo que se sumó horas más tarde una sugerencia de las fuerzas armadas bolivianas para que dimitiera.
“Eso me mató, yo hablé y solamente le dije a su representante de Luis Almagro, quiero comunicarme, quiero comunicarme con Luis Almagro para decir: con esto ustedes van a llevar a una matanza en Bolivia”, indicó.
Morales insistió en que renunció para evitar violencia en su país pero que, por el contrario, desde el día siguiente se han registrado muertes por bala, al tiempo que defendió los resultados económicos y sociales que logró desde que en 2006 llegó a la Presidencia.
El Producto Interno Bruto (PIB) boliviano creció de 9.000 millones de dólares a 40.800 millones de dólares en 2018, y la pobreza extrema se redujo del 38 por ciento a menos de 15 por ciento, enumeró Morales, quien reiteró que su problema ante la oposición es que él es indígena.
“Lo que hemos construido con mucho esfuerzo ahora están destruyendo con mucha facilidad”, agregó.