Recientemente apareció un submarino cargado de cocaína en
las cosas gallegas. Fue descubierto por guardacostas españolas tras navegar en
paralelo desde Portugal, proveniente al parecer desde Sudamérica vía las islas
Canarias.
El narco submarino marcó un hito en la historia del
narcotráfico en Europa, ya que se trataría del primero, al menos, en ser
descubierto, según dijeron muy convencidas autoridades españolas.
Sin embargo, hay quienes señalan que los narcotraficantes
tienen 20 años utilizando submarinos para llevar droga desde Sudamérica a
Europa y que existe un cementerio de dichas naves en las Canarias. Militares
rusos de la ex URSS habrían sido de los pioneros en el uso de narco submarinos,
inclusive utilizando viejos submarinos de la era soviética dice el Correo
Gallego.
Recientemente el semanario italiano L´Espresso dio a conocer
un reportaje en el que señalaba que según la Dirección Central Anti drogas
italiana existen nuevas rutas de la cocaína hacia Europa, la que está siendo
invadida por dicha droga. L´Espresso habla de un auténtico boom de cocaína en
el Viejo Continente que incluye los puertos de Rotterdam, Anversa, Valencia,
Livorno, Génova, Barcelona. Por citar algunos.
En el puerto italiano de Génova, por ejemplo, el pasado 14
de octubre en una operación coordinada de la Procuraduría Antimafia fueron
arrestados varios narcotraficantes con un cargamento de cocaína proveniente de
Chile.
Según L´Espresso las organizaciones criminales calabresas,
como la Ndrangheta, tienen capacidad de dirigir a puertos distintos en Europa
los cargamentos de drogas según las exigencias del momento, como los operativos
antidrogas de las policías europeas.
Estamos ante una escalada del negocio de la droga en Europa:
la mercancía es demasiada, esta es la gran invasión que llega del mar, no la de
los inmigrantes, dice L´Espresso.
Las toneladas de droga incautadas por la policía en puertos
europeos podrían llegar a las 200 en 2019 contra las 150 en 2018, afirman
autoridades del ramo.
?Se trata de un río desbordado. De un tsunami de polvo
blanco que invade el rico mercado europeo del narcomenudeo. Y la marea no baja,
como señala Kevin Scully, que desde Bruselas dirige las operaciones antidroga
de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) en el Viejo Continente?.
El punto es que el consumo de cocaína en el Viejo Continente
no disminuye. Al contrario, de Roma a Berlín, de Zurich a París y Londres el
consumo de droga se encuentra en pleno crecimiento y por lo tanto también los
negocios y las ganancias de las organizaciones criminales.
A nivel global se habla de un negocio de más de 300 mil
millones de euros y de una producción de unas 2 mil toneladas anuales. Estas
cifras son una aproximado, obviamente, porque hablamos de un negocio sobre el
que no existen estadísticas precisas.
Sin embargo, señala L´Espresso, lo que queda claro, según
policías y analistas, es la presencia como nunca antes de cocaína en las
ciudades europeas así como crímenes vinculados a su distribución.
Según cálculos de la Europol, la agencia de coordinación de
las policías de los países europeos, en 2018 fueron enviadas a Europa 700
toneladas de cocaína. La mitad de la cocaína enviada al inmenso mercado
estadounidense, el que siguen el principal mercado en cuanto a dimensiones.
Según dicha fuente policíaca la mayor parte del polvo
blanco, es decir, dos tercios, son enviados desde Colombia, donde gracias a la
paz con las FARC los narcotraficantes han logrado ampliar los terrenos
cultivados con coca a más de 200 mil hectáreas.
En el caso del Viejo Continente, hay un incentivo muy
potente para el narcotráfico: los precios son superiores a los precios del
mercado estadounidense. Casi el doble, señala L´Espresso.
En Europa la cocaína es vendida hasta entre 38 mil y 40 mil
euros el kilo. Esta enorme ganancia ha logrado posicionar a la organización
criminal italiana Ndrangheta como la que obtiene mayores ganancias (se habla de
50 mil millones anuales) y la que tiene mejor relación con los narcotraficantes
sudamericanos y también con los cárteles mexicanos.
Todo esto evidencia la retórica vacía de las autoridades
estadounidenses y de la Casa Blanca sobre el tema, luego de las amenazas de
convertir a los narcotraficantes mexicanos en organizaciones terroristas con la
finalidad de dar vía libre a invasiones y operaciones militares unilaterales
(al menos oficialmente, porque las clandestinas, existen) en territorio
mexicano.