Una auténtica purga es la que se viene en Chihuahua con la captura del exmandatario priista de dicho Estado en Florida, César Duarte Jáquez. Las autoridades de Chihuahua, quienes están al pendiente de su extradición, esperan seguir tirando de la madeja de corrupción que tejió el priista y que va más allá de su Estado, para extenderse por todo el país hasta la Península de Yucatán.
Como se sabe, mientras se reunían los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump en la Casa Blanca, César Duarte fue detenido durante un operativo llevado a cabo en Florida por las autoridades estadounidenses que ya lo tenían bien ubicado y sólo estaban a la espera de la orden de echarle el guante. Las sonrisas y las declaraciones en la Sala Oval iban acompañadas de un regalito envuelto al gobierno del presidente Obrador, del que podrá sacar abundante tela de dónde cortar.
Se ha dicho que sobre el exgobernador de Chihuahua pesan más de 20 órdenes de aprehensión y que hay indicios contundentes de que parte del dinero que desvió del erario público de Chihuahua fue a dar a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Es decir, se trata de la red que financió abundantemente al ex presidente priista y en la también habría dinero proveniente de Yucatán.
En efecto. Los vínculos y la extrema cercanía del ex presidente Peña Nieto con algunas de las figuras destacadas del príismo yucateco son de sobra conocidos.
Como se recordará, en agosto de 2009, Enrique Peña Nieto, apareció en Mérida rodeado del abusivo y desproporcionado aparato policíaco que lo caracterizó a lo largo de su gubernatura y presidencia. Caminando por la calle 60 (cerrada para su efímero paso junto con la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco en esa noche sudorosa a un costado de la Plaza Grande) se mostró rodeado de un ostentoso y enguayaberado aparato de seguridad de mal semblante que empujó y agredió a golpes a algunos reporteros.
El entonces gobernador del Estado de México, ya se movía con ínfulas presidenciales y durante su visita al Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (MACAY) coqueteó con las damas presentes y se tomó fotos con ellas, entre éstas, Landy Marrufo, madre del clavadista yucateco, Rommel Pacheco.
Era el inicio de una sólida amistad con la gobernadora priista quien sin embargo no logró ingresar al gabinete presidencial ni obtener la presidencia del PRI. En efecto. Tras concluir su administración estatal fue secretaria del Comité Ejecutivo Nacional del PRI de 2012 a 2015, junto a César Camacho y desde entonces levantó la mano para dirigir el partido. Pero de ahí, no pasó, hasta su renuncia al Tricolor.
La báscula del priismo yucateco se movió en otra dirección, lo que ya se veía desde el masivo cierre de campaña en Xmatkuil, Yucatán, en junio 2012. Ese día, muy al estilo priista, con miles de personas apelmazadas, con gorras y camisetas rojas, a lo largo de al menos 2 kilómetros en fondo ante el podio donde estaba Peña Nieto, el candidato presidencial estuvo acompañado por Rolando Zapata Bello, quien le ganó la pugna interna por el gobierno estatal al entonces diputado federal priista, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien a cambio fue designado vicecoordinador de la campaña presidencial, precisamente. Y después titular de la Sedatu.
Ahora, el gobernador panista, Javier Corral, adelanta que el ex gobernador detenido deberá responder por los delitos que cometió contra la entidad, así como por la red de corrupción que aceitó para financiar a Peña Nieto.
El gobierno de Chihuahua tiene varias carpetas de investigación contra quienes protegieron a César Duarte: legisladores, políticos de varios partidos, empresarios, incluso representantes del clero, señalan medios locales.
Falta ver qué saltará fuera durante las investigaciones de la Fiscalía de Chihuahua, pero también por parte de la Fiscalía General de la República que encabeza Gertz Manero sin descartar los aportes de la UIF de Santiago Niego, sobre la red que financió a EPN.
Con la llegada a México en éstas horas del exdirector general de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, las posibilidades de que salgan informaciones que involucren a políticos yucatecos con la trama de corrupción peñista, se acrecientan. Allí podrían aparecer otros nombres de prosapia del priismo, que se movieron a lo largo de los sexenios por los pasillos del poder y bien conocidos por sus aterrizajes en el arrecife Alacranes. Adivine usted.