Para el círculo de los diputados panistas y priistas denunciados por Emilio Lozoya, el vídeo del hermano del presidente recibiendo dinero, fue no sólo un sorbo de agua pura en el desierto, sino la manera de intentar socavar la lucha anticorrupción del presidente Andrés Manuel López Obrador. En política, como en los vídeo escándalos, no hay casualidades.
Como dicen algunos, el “timing”, el momento escogido, fue bien calibrado y medido para hacer el mayor daño posible a la administración lópezobradorista y al destape de la corrupción que circundó la aprobación de la reforma energética en México en el pasado sexenio, entre otras reformas.
El vídeo filtrado por un medio -de un gobernador perredista- en el que aparece Pío López Obrador recibiendo dinero de manos de David León, “asesor” en aquel entonces del gobierno de Chiapas encabezado por Manuel Velasco, tiene la finalidad de socavar la lucha contra la corrupción política en el país. Bandera con la que llegó el actual presidente, aunque claramente no le pertenece en exclusiva, ni mucho menos, ya que es una exigencia ciudadana histórica, que debería ser un objetivo y una bandera de todos los partidos y actores políticos. Al margen de la lucha político-electoral.
Pero que en realidad no lo es porque no conviene a los grupos políticos-empresariales que han saqueado al país impunemente, ya que todos tienen las manos embarradas y no pueden permitir que sus intereses se vean socavados y sus destinos y fortunas, puestos en entredicho. O decomisados, como debería, por la autoridad para devolvérselo a las arcas públicas y al pueblo de México.
Como se ha visto con los vídeos de las inmensas cantidades de dinero que fluyeron para cooptar la voluntad de diputados y funcionarios en las pasadas legislatura y administración federal desde Pemex, la corrupción llegó a corromper todo el entramado político-judicial y era (y es aún) la cadena de transmisión de las alianzas y complicidades que permanecen en la impunidad. Todos están en el ajo, pues, para decirlo coloquialmente.
Difícilmente el gobierno actual, con las rémoras que se carga además, podrá con semejante monstruo de las mil cabezas. Auténtica hidra que como la mafia, ha infiltrado todos los ámbitos de la vida pública del país y de la que no están exentos los sectores empresariales que hoy encabezan la campaña en redes sociales contra el gobierno federal.
Evidentemente, al presidente no le quedaba de otra, más que pedir que su hermano, y David León, encargado de la distribuidora estatal de medicamentos, para combatir la corrupción en ese ámbito, sean investigados. De otra manera, el golpe recibido con la filtración del vídeo –cuyo origen, también debe ser investigado y ventilado públicamente- acabaría por completo con su gobierno y su pretensión de ser “diferente” y encabezar la lucha contra la corrupción.
Por lo pronto, no podía ser de otra manera, León, no asumirá el cargo que le había ofrecido el presidente. Y en mi opinión, debe quedar fuera de la administración federal para siempre.
Eso sí, no debe confundirse, como hacen algunos, el hecho de que Pío, ni Andrés Manuel, estaban en el gobierno ni detentaban cargo público alguno cuando David León entregó el dinero del vídeo, como sí ocurrió, en cambio, con la corrupción destapada por los vídeos de Lozoya.
De todas maneras, Pío deberá ser investigado, si bien queda claro que el dinero que recibió en el vídeo en el que lo grabaron como si fuera novato, no sirvió para que Morena ganara las elecciones en Chiapas. Ya que eso nunca ocurrió.
La oposición, en sus sueños guajiros piensa, quiere, poner en tela de duda la elección de 2018 en su conjunto, por la entrega de un sobre de manila con uno o dos millones de pesos. Sobres que circulan en cada elección, profusamente, por cierto.
Por último, los mexicanos nos merecemos una limpia de la vida pública nacional. Pero esa no puede venir de los perdones, ni de los abrazos, no balazos. Se necesita una comisión que investigue y procese a todos los implicados, por encima de partidos y gobiernos. Sin prescripción ni perdones.
De otra manera, México seguirá en el marasmo en que versa hoy, y que a tantos conviene. E interesa.