25 de Junio de 2017 / La derrota de las voluntades, es el arte de la política dice Blas Malo en un diálogo durante el sitio de Bizancio por las tropas árabes dirigidas por Sulaimán. Y una de las formas de doblegar las voluntades es a través de la obtención de información personal o profesional, con la que golpear a opositores y críticos para desprestigiarlos. Chantajearlos o destruirlos públicamente.
Bajo la presión de la opinión pública nacional e internacional, de organismos de la sociedad civil nacional e internacional, la Procuraduría General de la República y la FEADLE (Fiscalía Especializada en la Defensa de la Libertad de Expresión) anunció una “investigación” sobre las revelaciones del espionaje llevado a cabo contra periodistas, activistas, abogados y defensores de los derechos humanos en México.
Como se recordará, en Infolliteras.com y La Jornada Maya dimos la primicia sobre el espionaje practicado por el gobierno del Estado de Yucatán a través del malware vendido por la empresa italiana Hacking Team con sede en Milán –adonde viajaron funcionarios yucatecos en numerosas ocasiones con el apoyo de la cónsul en Milán y ex procuradora de la PGR, Marisela Morales-.
En efecto. Tras el robo de cientos de miles de correos electrónicos de Hacking Team por hackers y su posterior publicación en una base de datos en Wikileaks a la que tuvimos acceso –traduciendo correos electrónicos en inglés e italiano y francés y armando un complejo rompecabezas de mensajes- otros medios en Yucatán y en el país replicaron la información sobre las evidencias concretas de la adquisición del programa Galileo por parte del Ejecutivo yucateco. El rompecabezas estaba constituido por centenares de correos electrónicos en los que se daban fechas, costos, lugares y nombres de personal de Hacking Team que había viajado a Yucatán y Mérida para la negociación e instalación de los equipos. Detalles de las complejas negociaciones con el gobierno de Yucatán y de los pagos acordados aparen en los mensajes.
Ya se sabía, lo habíamos dicho, que utilizando Pegasus o Galileo, los periodistas y activistas en México son espiados, incluidos sus familiares, parejas a través de teléfonos móviles y computadoras, por no hablar de televisores e inclusive autos a través de dispositivos Bluetooth. La intención, obtener información útil para doblegar a los críticos.
El escándalo se volvió a destapar tras la publicación de un reportaje del New York Times en el que señala que al menos tres agencias federales mexicanas han gastado casi 80 millones de dólares en programas de espionaje de una empresa de origen israelí (NSO Group) que utiliza el software conocido como Pegasus a través del cual se han infectado o intentado infectar dispositivos electrónicos de periodistas como Carmen Aristegui o abogados y activistas. El diario estadounidense realizó una investigación de decenas de mensajes llevada a cabo por analistas forenses independientes. Pero ni el gobierno federal ni el gobierno yucateco no han dado una explicación creíble al respecto. Por el contrario, el presidente salió a amenazar primero, desdiciéndose después de forma confusa, asegurando que su gobierno es “democrático” y que “no espía a nadie” –porque él lo dice- y que la PGR indagará (igual que con el capítulo del ácido en calles de Mérida) exonerando de antemano a su gobierno y calificando de falsas las acusaciones sin mediar investigación de por medio.
El diario estadounidense puntualizaba que si bien no hay pruebas definitivas de que el gobierno sea responsable, sí se han encontrado rastros de la presencia del uso del malware Pegasus en celulares de periodistas y activistas. Y dicha tecnología únicamente se vende a gobiernos como es el caso de Hacking Team, el que inclusive está bajo supervisión del gobierno italiano para que no caiga en manos de grupos criminales o terroristas.
GALILEO EN YUCATÁN
A pesar de las evidencias concretas en decenas de correos electrónicos analizados por Infolliteras.com que mostraban que el gobierno de Yucatán era uno de los clientes de Hacking Team -desarrollador de agresivas tecnologías que permiten invadir y robar información de teléfonos móviles y computadoras y conocer contraseñas, mensajes y correos electrónicos, contactos, llamadas y audios de teléfono, micrófono y webcam- el Ejecutivo yucateco rechazó haber adquirido dichas tecnologías con un simple boletín en el que no explicaba en realidad nada.
El gobierno de Yucatán arguyó que “Elite BY Carga, según los documentos consultados, ha mantenido vínculos comerciales con Hacking Team no sólo desde Yucatán, sino también Durango y otras entidades. En la información revisada se constata que más del 80% de las empresas que han contratado los servicios de Hacking Team son empresas privadas de diversos giros comerciales”, aseguró la comunicación oficial del gobierno de Yucatán. Pero se sabe que Elite BY Carga es el contacto o intermediario a través del cual se comercializó a gobiernos y dependencias federales en el país, ya que como señalé, el gobierno italiano prohíbe la venta de dichos equipos a entes que no sean gobiernos. Elite BY Carga es el intermediario designado para vender dichos productos con autorización de Italia y Estados Unidos.
Sin embargo, en los correos electrónicos se evidencia que el gobierno yucateco y el Despacho del Gobernador adquirieron las licencias del spyware denominado Remote Control System Galileo, creado por esta empresa para fines de vigilancia.
Como se recordará Wikileaks dio acceso a un millón de correos electrónicos entre los que hay 551 que mencionan a Yucatán y las negociaciones entabladas a partir de 2014 entre la empresa italiana con sede en Milán y el Gobierno del Estado de Yucatán. Los mails también explican el proceso de las compras de las licencias para operar las tecnologías de Hacking Team realizadas por parte del Gobierno del Estado y vigentes hasta noviembre de 2015. Material que fue revisado minuciosamente por Eduardo Lliteras Sentíes encontrando, además, la dirección en la colonia Gonzalo Guerrero, donde se capacitó al personal e instalaron los equipos, según el mismo Hacking Team.