Redacción.- La guerra de Afganistán dicen es la más larga de la historia de Estados Unidos. También la más costosa: más de 2 billones de dólares. Casi 2.400 militares estadounidenses murieron. Más de 20.700 resultaron heridos. Eso sí de las decenas de miles de afganos muertos y de la destrucción de ese país con la falsa justificación de los atentados a las torres gemelas de Nueva York nadie habla. Sólo en 2019 en los combates murieron y fueron heridos más de 10,000 civiles en 2019, según un informe de las Naciones Unidas.
En efecto. El presidente estadounidense Joe Biden anunció que es el momento de “terminar la guerra más larga” de su país. Apodada como la “guerra eterna”, la ofensiva comenzó con la justificación de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Joe Biden auncia la retirada de Afganistán a partir del 1 de mayo: “Es hora de acabar con la guerra más larga de Estados Unidos. Es hora de que las tropas vuelvan a casa”.
El gobierno de Estados Unidos justificó su decisión con base en el elevado costo de esta guerra: US$ 825.000 millones, 2.218 militares muertos en apoyo a operaciones afganas y más de 20.000 heridos.
Después de más de una década de documentar sistemáticamente el impacto de la guerra en los civiles, las Naciones Unidas informa que entre 2010 y 2019 el número de víctimas civiles superó los 100.000. Asímismo, más de 26.000 niños han muerto o han quedado mutilados como consecuencia de la guerra en Afganistán.
Esto por no hablar de la destrucción de la infraestructura del país, de la pobreza generada por la guerra, del hambre, de las enfermedades, de los mutilados de guerra y de las llagas permanentes que dejará el conflicto armado en ese país, en el que Estados Unidos y sus aliados europeos, australianos, neo zelandeses prometieron instaurar “la democracia” entre otras justificaciones espurias.