Redacción.- El país se estremece con el descubrimiento de Andrés “N”, presunto feminicida serial de 72 años de edad detenido en el municipio de Atizapán, Estado de México, con la acusación de haber asesinado, desmembrado e inclusive comido a decenas de mujeres. Según las informaciones del día de hoy, el pluri feminicida hoy bautizado como el monstruo de Atizapán, podría haber cometido hasta 30 asesinatos en 20 años. Andrés, de 72 años, fue detenido en el municipio de Atizapán de Zaragoza por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, luego de que en un cateo a su casa encontraron restos óseos de varias víctimas, entre ellos el de una mujer de 34 años, cuyo cuerpo fue desmembrado, informó Dilcya García Espinoza de Los Monteros, fiscal central para la investigación de Delitos de Género del Estado de México.
Durante la tarde ayer, diversos medios de comunicación informaron sobre la detención de un hombre de 72 años, tras un cateo en su domicilio en el municipio de Atizapán de Zaragoza en el Estado de México. En el cateo de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), las autoridades hallaron el martes documentos de identidad de Flor Ninive Vizcaíno, desaparecida en 2016 a los 38 años de edad, y de Rubicela Gallegos, ilocalizable desde 2019 a los 32 años de edad.
Ambas mujeres, desaparecidas en el vecino municipio de Tlalnepantla, se sumarían a Reyna González, de 34 años, cuyo cuerpo apareció desmembrado en el domicilio de Andrés “N”. “Hemos encontrado desgraciadamente diferentes indicios humanos, ropa de mujer, restos óseos, credenciales de elector y otros elementos que nos hacen suponer que pudiese ser un feminicida serial”, informó Dilcya García. En el lugar fueron encontrados varios objetos utilizados por mujeres, joyería, maquillaje y equipos de teléfonos celulares.
En su domicilio se encontraron rastros de manchas hemáticas, así como diversas herramientas que se presume eran utilizadas por el detenido para desmembrar a sus víctimas, para luego sepultarlas e intentar ocultar rastro alguno de sus crímenes.
También se encontraron una veintena de videoscasetes con grabaciones de sus asesinatos; también cuerpos de mujer seccionados, cráneos, cabelleras completas y herramientas de corte.
El caso de Gallegos trascendió porque su familia, originaria de la norteña ciudad de Monterrey, la buscaba desde hace dos años y se percató del descubrimiento a través de las redes sociales.