Eduardo Lliteras Sentíes.- El horizonte del fraccionamiento Altabrisa comenzó vertiginosamente a transformarse cuando comenzaron a erigirse las llamadas “Country Towers” hace algunos años. En Altabrisa, las grúas y los colosos de cemento, conquistan los cielos. Al estilo de otras megalópolis del país, como Guadalajara, la ciudad de Mérida está cambiando y los edificios y rascacielos, están comenzando a ser parte del horizonte de una ciudad donde escasamente existía algún pequeño edificio en una vasta mancha urbana de viviendas y fraccionamientos, hace no mucho tiempo.
La exigencia de un parque en Altabrisa, en el terreno ubicado en el número 460 de las calles 19, 20 y 22 y 15 de dicho fraccionamiento, es un tema, y una lucha ciudadana, que tiene por lo menos 10 años y a la que le hemos dado puntual seguimiento informativo en Infolliteras.com. Se trata de un terreno dotación para parque de dicho fraccionamiento que con el boom inmobiliario de Mérida ha cobrado una relevancia notoria debido a la alta plusvalía de la escasa tierra, que queda, en Altrabrisa y en el norte de Mérida, donde la expansión urbana avanza en dirección a la costa ofreciendo vivienda y terrenos para personas de otros Estados de la República y extranjeros.
Las autoridades municipales proponen la permuta de dicho terreno por el terreno ubicado en el número 521 de la calle 22-A y 21 de esta misma zona de la ciudad. Hablamos de cambiar un terreno de 31,062 m2 por otro de 23,034 m2. Sin embargo, el Ayuntamiento de Mérida dio a conocer que el gobierno del Estado donó otro terreno, colindante con el predio número 521, lo que elevaría las dimensiones de un parque (el parque Thó) en el terreno de la calle 22 a 8 hectáreas, es decir, una hectárea más grande que el parque Centenario de Mérida. Se trataría del parque más grande de la ciudad, según dicen las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Renán Barrera Concha.
Aquí el tema de las dimensiones de los terrenos cobra particular relevancia, debido a la plusvalía de la zona, por lo que quienes se oponen afirman que se trataría de un beneficio para el empresario, ya identificado, que desarrollaría un complejo de torres en el terreno originalmente destinado a parque. Proyecto, hay que decirlo, del que se desconocen por completo sus detalles. Según Rubén Presuel Polanco, de la Asociación Vecinal de Altabrisa “si tomáramos los valores catastrales como referencia económica para la permuta, el valor del terreno del Parque Central Altabrisa por metro cuadrado es de $4,760 pesos y el del particular es de $3,76 pesos”.
Al respecto, el secretario del Ayuntamiento de Mérida, Alejandro Ruz Castro, en declaraciones recientes a medios, dijo que “ya tenemos lista la ruta que esto va a seguir: Hay voces que cuestionan alguna situación: que si el ayuntamiento va a permutar un predio más grande por uno más chico, que eso no está bien y que va a causar un detrimento al patrimonio, eso no es así”, aseguró.
“A lo mejor por falta de información se hacen esos cuestionamientos”, afirmó, aunque reconoció que “sí es parcialmente cierto que el ayuntamiento va a permutar un predio más grande por uno más chico pero también, es cierto que el resto del metraje cuadrado que tiene el predio del ayuntamiento va a ser pagado y comprado por el mismo particular”. Además, el gobierno del Estado donó un terreno de 6 hectáreas propiedad del IVEY para que se completen las ocho hectáreas del parque Thó, dijo.
La venta, insistió, “se rige por una ley de bienes donde nosotros tenemos la obligación de cumplir ciertos requisitos, ciertos avalúos, no es cuestión discrecional y vamos a cumplir con todos esos requisitos de ley”, aseguró Alejandro Ruz Castro, quien también puntualizó: “vamos a vender esa parte del terreno y con ese dinero vamos a empezar la construcción del parque”.
Por su parte, lo que era un movimiento neta o fundamentamente ciudadano, se ha visto colonizado por personajes con camisas moradas y claramente identificados como militantes de Morena en Yucatán. Inclusive, ex profesamente contratados por algunos actores locales con aspiraciones políticas, como Rogerio Castro, secretario general del Infonavit, quien puso en la nómina de dicha institución federal al ex consejero del IEPAC, Hidalgo Armando Victoria Maldonado. Éste último apareció repentinamente al frente de los vecinos de Altabrisa exigiendo el parque tras su contratación en agosto pasado. También otros panistas, que se han pasado a Morena aparecieron recientemente, como el ex dirigente estatal panista Luis Montoya Martínez quien críticó el proyecto Parque Tho’ diciendo que “es un negocio para una empresa inmobiliaria que pretende adquirir un terreno de tres hectáreas mediante una permuta, en caso que el Cabildo de Mérida la apruebe”.
En efecto. La toma del movimiento ciudadano de Altabrisa por Morena ha sido evidente o transparente, como se quiera decir. El senador morenista, Raúl Paz, por ejemplo, hizo un posicionamiento en el Senado al respecto, de tonos apocalípticos y mal informado. El mismo partido Morena a través de un comunicado dijo, entre otras cosas que “nuestro movimiento rechaza la privatización de los espacios públicos, sobre todo aquellos clasificados como Área Verde Pública arbolada como es el caso del terreno ubicado en la calle 19 entre 20 y 22 del fraccionamiento Altabrisa como consta en el oficio DDU/0395/2012 y que tiene carácter de imprescriptible”. Según el comunidado de la oficina de la presidenta morenista y ex alcaldesa de Valladolid, Alpha Tavera, “dicho terreno con un área de 3.1 hectáreas pretende permutarse a un particular a cambio de un terreno de 2.2 hectáreas que formaría parte del Parque Tho’, con lo cual se despoja a los vecinos de Altabrisa y a la ciudadanía en general, de un área verde en favor de una empresa inmobiliaria con el pretexto de construir un gran parque de 8 hectáreas y no “dos pequeños parques de seis y tres hectáreas”.
Claro, los morenistas en el congreso local no podían quedarse atrás e hicieron sus posicionamientos al respecto, promoviendo un punto de acuerdo para exigir que el ayuntamiento presente el proyecto ante el legislativo estatal y solicite un plebiscito a través del IEPAC, como dijo el diputado Rafael Echazarreta. Acuerdo, por cierto, que fue apoyado por la fracción panista del congreso de forma unánime.
Cabe insistir en que Alejandro Ruz afirmó que “las cosas las estamos haciendo bien y con orden” y señaló que se trata de un “esquema de gestión novedoso, que ha funcionado muy bien en otras partes del mundo. El alcalde ya ha puesto ejemplos de éste esquema de autofinanciamiento, el que será operado a través de un organismo público decentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio: todo lo que ingrese con motivo de la prestación de servicios de la concesión de espacios públicos será para el autofinanciamiento”.
“No se va a distraer un solo peso de los programas sociales ya establecidos y de los parques de otras partes de la ciudad. Esto es muy importante para nosotros”, aseguró el abogado de la Comuna.
Por lo pronto, en la protesta reciente en Altabrisa, se vieron más morenistas que ciudadanos. Ciudadanos que anteriormente expresaban su preocupación por la deforestación del terreno destinado a dotación, o por una mega obra frente a sus hogares.
Al respecto, el alcalde Renán Barrera Concha ha asegurado a pregunta expresa que la mayor parte de los árboles del terreno donde estaría ubicado el parque Thó, no se quitarían. Permanecerían allí. También aseguró que se reubicará a la fauna silvestre sobreviviente en la zona. En el terreno además, como ya se ha dicho, hay vestigios mayas que el INAH no ha informado en qué consisten. Cuántas estructuras han identificado, por ejemplo.
Espo sí, lo que queda claro, es que el tema del parque en Altabrisa ya se convirtió en tema de campaña, quizá el corazón de lo que será la batalla por la joya de la corona, por la ciudad de Mérida en 2024.